Maduro pronunció la noche del sábado un discurso en el paraninfo de la Universidad de Panamá, en la clausura de la denominada Cumbre de los Pueblos, un espacio alternativo a la cumbre que convocó a presidentes y representantes de 35 países, donde fustigó los planes de desestabilización contra Cuba, Venezuela y Ecuador.
El mandatario venezolano, que el próximo domingo 19 de abril cumplirá formalmente dos años en el poder, aseguró que en este lapso enfrentó todas las formas posibles de desestabilización, pero advirtió que el camino político de Venezuela debe ser la paz y nunca el camino bélico.
La situación política y sobre todo económica de Venezuela ha sido en este lapso factor de discordia social, con etapas de dura confrontación interna, con hechos de violencia política y una creciente violencia social.
Según Maduro, "se acabaron las páginas del manual de golpes de estado de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de Estados Unidos", porque "han sido derrotados por la conciencia del pueblo venezolano que apoya la paz.
También advirtió que tanto la oposición interna y externa subestimaron a su gobierno, de la misma forma que subvaloró al desaparecido comandante venezolano Hugo Chávez. "Hicieron un error de cálculo de subestimación, No sabían que el comandante Chávez había construido profundo las raíces, la fuerza histórica de la revolución bolivariana", a través de una alianza cívico militar.
Correa insistió en que América Latina y el Caribe viven un "cambio de época" tras siglos de explotación y sostuvo que hay que emprender una reforma profunda en el sistema interamericano de derechos humanos y en la Organización de Estados americanos (OEA). "América Latina ya no está para más neocolonialismos", acotó.
Maduro hizo referencia al encuentro bilateral mantenido horas antes con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a quien presentó las reclamaciones soberanas de Venezuela, reavivadas por un decreto presidencial emitido en Washington el 9 de marzo, que califica al país caribeño como "amenaza" para su seguridad interior y aplica sanciones a funcionarios y ex funcionarios del gobierno bolivariano.
"Yo le dije al presidente Obama (en la VII Cumbre en Panamá), exactamente lo que creo: la revolución bolivariana, democrática, pacífica, de nuestra patria nacional", que ha vivido diversas etapas de agresiones y de asedio, explicó.
"Nuestra victoria jamás será una guerra. La victoria tiene que ser, ir afirmando el camino de transformación revolucionaria, de cambios profundos", recalcó Maduro. "Este humilde conductor de autobús que está aquí, seguirá con el volante firme, poco a poco, hasta la meta final".
Por su parte, Correa transmitió un "abrazo solidario" a los dirigentes sociales reunidos en Panamá. "Jamás volveremos a ser patio trasero de nadie", advirtió.
El mandatario ecuatoriano saludó el encuentro entre los presidentes de Estados Unidos y Cuba, Barack Obama y Raúl Castro, respectivamente, pero sin renunciar nunca a la defensa de los principios de autodeterminación.
En ese sentido, opinó que Washington debería resarcir al pueblo cubano por los perjuicios económicos causados en más de 50 años y "levantar el criminal bloqueo, que no tiene ningún asidero legal" contra Cuba. También defendió que Estados Unidos devuelva a los cubanos la base de Guantánamo.
Correa insistió en que América Latina y el Caribe viven un "cambio de época" tras siglos de explotación y sostuvo que hay que emprender una reforma profunda en el sistema interamericano de derechos humanos y en la Organización de Estados americanos (OEA). "América Latina ya no está para más neocolonialismos", acotó.
En el acto de clausura de la Cumbre de los Pueblos fue leído, además, un mensaje del aliento del presidente cubano Raúl Castro, quien se ausentó de la ceremonia, en la que se le esperaba.
FUENTE: Télam