En una alocución desde la ciudad colombiana de Cali (suroeste), donde encabezó un consejo de seguridad, Santos señaló que el incidente es producto de "un ataque deliberado, no fortuito de las FARC y eso implica un claro rompimiento de la promesa de un cese al fuego unilateral" que esa guerrilla inició el pasado 20 de diciembre.
En la madrugada de este miércoles (15.04.2015) diez soldados y un suboficial murieron en un ataque perpetrado por las FARC contra un pelotón del Ejército que se encontraba descansando en un recinto deportivo en el corregimiento de Timba, perteneciente al municipio de Buenos Aires, en el departamento del Cauca, suroeste del país.
Este grupo insurgente había iniciado un alto el fuego unilateral e indefinido el pasado 20 de diciembre tras más de dos años de negociaciones de paz con el Gobierno colombiano. En respuesta a ese alto el fuego, Santos ordenó el 10 de marzo suspender los bombardeos contra los campamentos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) durante un mes, y el pasado jueves renovó el mandato como un paso para reducir la intensidad del conflicto armado que azota al país desde hace más de medio siglo.
En su declaración de esta jornada, Santos señaló que el ataque es "un hecho condenable que no quedará impune, exige mediadas contundentes y tendrá consecuencias". En este sentido, señaló que las Fuerzas Armadas "no han suspendido ni suspenderán sus acciones de protección a la sociedad ni sus acciones de control militar".
Por ahora, no habrá tregua bilateral
Santos envió además un claro mensaje a las FARC: no se dejará peesionar para firmar un cese el fuego bilaterial. "La decisión sobre el cese el fuego bilateral no puede darse ni se dará sino como consecuencia de un acuerdo previo, definitivo y verificable de terminación del conflicto", aseguró.
Tras el ataque de esta mañana, los negociadores de las FARC en La Habana señalaron que este ataque se debe a la "incoherencia" del Gobierno, que "está ordenando operativos militares contra una guerrilla en tregua". El líder guerrillero Félix Antonio Muñoz Lascarro, alias "Pastor Alape" convocó a Santos para que inicie un "cese al fuego bilateral" que, en su opinión, "es urgente para la nación".
A pesar de la decisión de responder a este ataque, Santos insistió en su propósito de acelerar las negociaciones con las FARC en La Habana. "Hechos de esta naturaleza y de esta gravedad demuestran una vez más la necesidad de acelerar la negociaciones. Esta es precisamente la guerra que queremos y que tenemos que terminar", concluyó.
Fuente: DW