El sospechoso, que se presentará por video a una audiencia el viernes, también enfrenta un cargo de posesión de arma durante la perpetración de un crimen violento, dijo el Departamento de Policía de Charleston.
Los cargos se presentaron un día después de su arresto en Carolina del Norte, 354 kilómetros al norte de la Iglesia Episcopal Metodista Africana Emanuel, que tiene casi 200 años y donde disparó y mató a nueve fieles afroamericanos.
La policía investiga el ataque, en el que murieron seis mujeres y tres hombres, como un crimen de odio. El incidente ocurre en un año de protestas raciales en Estados Unidos debido a la muerte de varios hombres negros desarmados a manos de la policía.
Roof confesó el ataque y dijo que con él pretendía generar una nueva ola de enfrentamientos raciales en el país, dijo la cadena CNN, citando a una fuente legal.
El portavoz de la policía de Charleston, Charles Francis, no quiso comentar el reporte de la confesión.
La gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, dijo el viernes en una entrevista que Roof debería ser condenado a muerte por sus actos, de ser encontrado culpable.
Roof confesó el ataque y dijo que con él pretendía generar una nueva ola de enfrentamientos raciales en el país
"Es absolutamente un crimen de odio. Este es un estado perjudicado por el hecho de que nueve personas inocentes fueron asesinadas. Absolutamente, queremos para él (Roof) la pena de muerte", declaró Haley, y agregó que prefería que el joven enfrente cargos estatales, no federales.
Carolina del Sur es uno de los apenas cinco estados que no tienen una ley contra crímenes de odio, que habitualmente impone sanciones adicionales los delitos graves cometidos en razón de la raza, género u orientación sexual de la víctima.
El pastor de la iglesia, y miembro del Senado estatal, Clementa Pinckney fue una de las víctimas, entre las que también figuran tres pastores más -DePayne Middleton Doctor, de 49 años; Sharonda Coleman Singleton, de 45; y el reverendo Daniel Simmons, de 74.
También murieron Cynthia Hurd, de 54 años y empleada de la biblioteca pública; Susie Jackson, de 87; Ethel Lance, de 70; Tywanza Sanders, de 26; y Myra Thompson de 59 años, pastora adjunta a la iglesia, dijo el juez de instrucción del condado.
La iglesia fue fundada a principios del siglo XIX por fieles negros que no podían practicar su fe en iglesias dominadas por los blancos. El edificio fue quemado hasta los cimientos a fines de la década de 1820 cuando uno de sus fundadores difundió planes para una revuelta de esclavos, pero más tarde fue reconstruida.
Pese a la indignación por los asesinatos, la capital de Carolina del Sur continúa ondeando la bandera confederada, que fue el símbolo del sur proesclavitud durante la Guerra Civil estadounidense.
FUENTE: Reuters