Al menos 2.000 refugiados han empezado una marcha a pie en Budapest para ir hasta la frontera con Austria. La caminata sucede después de varios días acampados en los alrededores de la estación de Keleti, en Budapest, y de la suspensión de las conexiones por tren internacionales.
Desde primera hora de la mañana, un grupo de jóvenes intentaba movilizar a los demás refugiados, cuando un hombre empezó a distribuir fotos de la canciller alemana, Angela Merkel. Fue entonces que todos se levantaron y empezaron la caminata por una avenida, saliendo de la ciudad y ocupando esta tarde dos de los tres carriles de una autopista.
La multitud grita ¡Alemania!, ¡Alemania!, mientras varios voluntarios le acompañan en la marcha y les dan botellas de agua.
Otros ciudadanos húngaros, muchos esperando su paso desde puentes, aplauden a los refugiados. Otros, paran con sus vehículos a ofrecerles viandas. Aquellos que descansan en áreas de servicio salen cargados con comida y con agua hasta la línea de la carretera para entregarlos entre la multitud que va caminando por el andén.
Una vez lleguen a territorio austriaco, el objetivo es Alemania. Sólo para llegar a la frontera de Austria, tendrán que recorrer casi 200 kilómetros, de los que hoy podrían realizar casi una cuarta parte.Al menos 2.000 refugiados han empezado una marcha a pie en Budapest para ir hasta la frontera con Austria. La caminata sucede después de varios días acampados en los alrededores de la estación de Keleti, en Budapest, y de la suspensión de las conexiones por tren internacionales.
Desde primera hora de la mañana, un grupo de jóvenes intentaba movilizar a los demás refugiados, cuando un hombre empezó a distribuir fotos de la canciller alemana, Angela Merkel. Fue entonces que todos se levantaron y empezaron la caminata por una avenida, saliendo de la ciudad y ocupando esta tarde dos de los tres carriles de una autopista.
La multitud grita ¡Alemania!, ¡Alemania!, mientras varios voluntarios le acompañan en la marcha y les dan botellas de agua.
Otros ciudadanos húngaros, muchos esperando su paso desde puentes, aplauden a los refugiados. Otros, paran con sus vehículos a ofrecerles viandas. Aquellos que descansan en áreas de servicio salen cargados con comida y con agua hasta la línea de la carretera para entregarlos entre la multitud que va caminando por el andén.
Una vez lleguen a territorio austriaco, el objetivo es Alemania. Sólo para llegar a la frontera de Austria, tendrán que recorrer casi 200 kilómetros, de los que hoy podrían realizar casi una cuarta parte.
FUENTE: El Mundo