La Corte Suprema del Reino Unido dictaminó esta mañana que el consejo del primer ministro, Boris Johnson, a la reina Isabel II para que suspenda el Parlamento por cinco semanas, fue " ilegal, nulo y sin efecto" y así abrió otro capítulo tenso en la historia de la crisis del Brexit.
La decisión de "suspender el Parlamento fue ilegal porque tuvo el efecto de frustrar o impedir su capacidad para llevar a cabo sus funciones constitucionales sin una justificación razonable", afirmó la presidenta de la Corte Suprema, Brenda Hale, y pidió que el cuerpo legislativo vuelva a ser convocado "cuanto antes".
La sentencia de los once jueces tuvo lugar tras una audiencia de emergencia de tres días la semana pasada, que expuso diferencias legales fundamentales sobre la interpretación de la constitución del país, de acuerdo con lo publicado por el diario The Guardian.
El fallo fue un importante golpe para Johnson, que suspendió las sesiones de las dos cámaras legislativas durante cinco semanas afirmando que se trataba de un cierre rutinario. Sin embargo para el máximo tribunal el gobierno actuó de esta forma para sofocar el debate sobre su estrategia de salida de la Unión Europea. Así, se alineó con las críticas que surgieron desde la oposición, que también tildaron de maniobra la decisión del premier, que en estos momentos está en Nueva York por la Asamblea General de la ONU.
"El Parlamento no ha sido suspendido. Este es el veredicto unánime de los 11 jueces. Corresponde al cuerpo, y en particular a su portavoz y al portavoz de la Cámara de los Lores, decidir qué hacer a continuación", dijo al comunicar la noticia Hale.
Semanas atrás, en una movida que había puesto el grito en el cielo de varios legisladores, el Parlamento quedó suspendido del 10 de septiembre al 14 de octubre. La medida fue aprobada por la reina Isabel, la neutral jefa de Estado de Reino Unido, siguiendo el consejo del primer ministro, tal y como se le exige en la compleja y no codificada constitución del país.
Brexit duro
La posible estrategia a la que se refieren los opositores alude a la determinación del primer ministro a salir del bloque europeo cueste lo que cueste. Johnson asumió el poder semanas atrás ya con la idea de abandonar la Unión Europea en la fecha establecida aunque aún no se haya llegado a un acuerdo con las naciones integrantes sobre las nuevas condiciones del vínculo.
Si el Reino Unido deja la unión el 31 de octubre sin negociar los términos, es decir de forma abrupta, también dejará de integrar sus instituciones, sus organismos y se economía en tanto todas las leyes compartidas pasaran a ser ajenas.
Así el divorcio entre los países se dará sin detalles sobre cómo será a futuro la relación comercial. Es que al dejar la Unión Europea el Reino Unido dejará también el mercado único, tras lo cual se impondrán aranceles a los productos, cuyos precios se verán aumentados. Además terminará la libre circulación de personas, que traerá problemas a aquellos ciudadanos de otras nacionalidades que trabajen en cualquier ciudad del país, y podría provocarse un desabastecimiento de determinados productos, debido a que las fronteras dejarán de ser laxas y cierta mercadería podría ser retenido para controles.
FUENTE: La Nación