Guerra en Ucrania
En el distrito de Shevchenkivskyi, en el norte de la segunda ciudad más grande de Ucrania, las autoridades locales informaron de que se produjeron al menos tres ataques con misiles balísticos rusos, a la medianoche del día 19 de septiembre. Hasta el momento no se ha informado de víctimas, solo daños materiales en viviendas y edificios.
Además en Zaporiyia, según la administración militar regional, el Ejército ruso llevó a cabo 161 ataques en el territorio.
Estos ataques rusos se producen mientras los guardacostas de China y Rusia estaban realizando ejercicios conjuntos en las aguas cercanas al golfo de Pedro el Grande en el mar de Japón, que comenzaron el lunes 15 de septiembre.
El objetivo del ejército ruso es presionar desde dos direcciones diferentes. Ya que hasta ahora han ocupado la ciudad de Novojródivka y están avanzando desde el sureste y desde Ukrainsk, que cayó hace unos días. El modus operandi ruso es mediante el uso masivo de bombas aéreas guiadas -explosivos convencionales de gran potencia que permiten a los aviones lanzarlos desde fuera del alcance de las defensas enemigas-, la aviación rusa destruye las estructuras defensivas ucranianas para allanar el camino de sus tropas terrestres.
Debido a esto, Kiev solicitó a sus principales aliados que le permitan multiplicar la efectividad de sus ataques a aeródromos situados dentro de Rusia con el uso de sus misiles de largo alcance para este tipo de ataques.
A pesar de todo, en las recientes declaraciones del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, este elogió al Ejército ucraniano por el ataque contra el depósito militar ruso de Toropets donde se almacenaban misiles y municiones, localidad situada a unos 500 kilómetros de la frontera con Ucrania.
Un hecho significativo, fue que tras la visita de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a Kiev, anunció que la Unión Europea ofrecerá un préstamo de 35.000 millones de euros para apoyar la economía y el Ejército ucranianos. El compromiso responde al plan de 50.000 millones de dólares (46.000 millones de euros) que los aliados del G7 habían prometido en su cumbre de junio, utilizando como garantía los activos inmovilizados de Rusia.
Mientras tanto, el presidente ruso Vladímir Putin anunció la modernización del Ejército y la Armada rusas. "Estamos aplicando un programa de reequipamiento integral del Ejército y la Armada, lo que significa que las tropas no recibirán muestras individuales, sino en serie, de armas modernas de alta precisión y vehículos blindados, aviación, sistemas de detección de enemigos y contrabatería, sistemas de control y comunicación", dijo Putin.
Asimismo, el presidente ruso afirmó que el uso eficaz de los equipos requerirá personas altamente cualificadas que estén preparadas para trabajar con la nueva tecnología. Subrayó que una de las prioridades futuras será la formación y la contratación eficaces.
Se profundiza el conflicto entre Israel y Hezbolá
Tanto Israel como Hezbolá se dirigen hacia un punto de no retorno, que puede conducir a una guerra total sin precedentes.
En una acción sin precedentes que generó un gran impacto en todo el mundo, Israel logró penetrar el sistema logístico de Hezbolá y modificó los buscapersonas de sus miembros en Líbano y Siria para hacerlos estallar.
Debido a que en esta semana, el Líbano sufrió dos ataques en diferentes puntos del territorio, dejando al menos 12 muertos y otros heridos, después de que explotaran de manera simultánea los denominados “Beepers o Busca", que los miembros del grupo paramilitar Hezbolá. utilizan para comunicarse entre ellos. El hecho ocurrió en el transcurso de la tarde, cuando milicianos del grupo terrorista libanés recibieron un mensaje en sus buscas, minutos después de que los aparatos explotaron pérdidas humanas importantes, entre ellos niños que se encontraban en el lugar.
Frente a esto, Israel niega que sean de su autoría estos ataques que se calificaron como 'Operación Bípers'.
Un dato no menor, es que las explosiones se produjeron mientras que el secretario del Estado norteamericano, Antony Blinken, viajaba de Washington a El Cairo para tratar de negociar un alto el fuego en Gaza.
Este incidente marca un punto de inflexión en las tácticas de guerra encubierta en la región y amenaza con desencadenar una nueva escalada de violencia. Hezbolá, respaldado por Irán, ha prometido represalias contundentes tanto en el Líbano como en otros frentes de influencia.
En repetidas ocasiones, Hezbolá aseguró que quiere evitar un conflicto abierto con Israel. Pero también en otras declaraciones advirtió que sólo pondrá fin al lanzamiento de cohetes y misiles desde su frontera cuando se ponga fin a la guerra en Gaza.
Sin embargo, el ejército israelí y Hezbolá ya han intercambiado numerosos ataques en la frontera sur del Líbano. Incluso desde el inicio de la guerra en Gaza, las fuerzas del Estado hebreo han bombardeado ciertos objetivos dentro del país vecino para acabar con altos mandos de Hezbolá.
Mientras, sigue aumentando el número de víctimas y heridos, los esfuerzos por lograr un alto el fuego, que cuenta con la mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos, llevan meses sin resultados.
Tensión en Bolivia
En la última semana, el país andino ha sufrido un grave enfrentamiento entre dos importantes líderes políticos.
Ya que el gobierno boliviano, a través de la Cancillería, ha emitido una denuncia contra el expresidente Evo Morales, a quien acusa de estar planeando un golpe de Estado para derrocar al actual mandatario, Luis Arce.
Según el comunicado oficial, Morales estaría liderando una conspiración con el objetivo de acortar el mandato de Arce e intentar regresar al poder el año próximo, desafiando las restricciones constitucionales que impiden su candidatura presidencial.
En respuesta a esto, Morales organizó una marcha que se inició el martes en Caracollo, Oruro, y que tiene como destino final la ciudad de La Paz, sede del Ejecutivo boliviano. Este movimiento busca generar un bloqueo nacional de caminos, amenazando la estabilidad del país. Las principales autoridades advierten que esta marcha, apoyada por diversos sectores, podría generar una nueva ola de violencia y caos, en un país que ya ha vivido varios episodios de conflictividad política en los últimos años.
Es así que el gobierno de Luis Arce reaccionó con dureza. El actual presidente señaló que las acciones de Morales no son más que una estrategia antidemocrática que busca generar caos social y económico en Bolivia. “Es un intento desesperado por parte de Evo Morales de acortar mi mandato, pese a que fui electo de manera legítima por el pueblo boliviano”, declaró Arce en un reciente discurso. El mandatario ha asegurado que no cederá ante las presiones y que su gobierno tomará todas las medidas necesarias para mantener la estabilidad del país.
Evo Morales, por su parte, ha respondido a las acusaciones, afirmando que su intención no es desestabilizar al gobierno, sino representar los intereses de los sectores marginados por la actual gestión. “No podemos permitir que el país siga hundiéndose bajo este gobierno”, declaró Morales en una reciente intervención pública.
El expresidente, quien gobernó Bolivia entre 2006 y 2019, además de liderar al partido Movimiento al Socialismo (MAS), ha mostrado un claro interés en volver al poder, pese a que la Constitución Política del Estado prohíbe su reelección. Frente a este obstáculo, ha planteado la posibilidad de impulsar reformas para habilitarse como candidato.
Morales y Arce están distanciados desde finales de 2021 por diferencias en la gestión del Estado que se profundizaron por la renovación de la dirección nacional del MAS.
Los partidarios de Morales lo han proclamado como “candidato único” para los comicios de 2025, mientras que el bloque leal a Arce insiste en renovar la dirección del MAS.
La creación de la Autoridad Climática Nacional
La sequía, junto con las altas temperaturas y los fuertes vientos, está provocando un aumento de los incendios. En el mes de agosto, Brasil registró el mayor número de incendios en 14 años, con 68.635 incidentes, lo que supone un aumento del 144% en comparación con el mismo mes del año anterior.
Ante esto, el presidente de Brasil, Lula da Silva, anunció la creación de la Autoridad Climática Nacional, una agencia encargada de monitorear y cumplir los objetivos de política ambiental establecidos por el gobierno federal. “Nuestro objetivo es establecer las condiciones para ampliar y acelerar las políticas públicas a partir de un plan nacional para controlar los riesgos climáticos extremos”, agregó el líder del PT. Compuesta por un equipo científico y técnico especializado en estos temas cada vez más frecuentes.
La creación de esta Autoridad Climática Nacional, fue una de las promesas anunciadas durante la campaña electoral para la presidencia, que hasta el momento no se había llevado a cabo, sobre todo por problemas presupuestarios. Sin embargo, el tema volvió a ocupar un lugar destacado en la agenda política, producto de que estos diferentes fenómenos climáticos incidieron notablemente en la economía y calidad de vida de la población que vive en las zonas afectadas y los alrededores.
Además, el presidente de Brasil afirmó que enviará al Congreso una medida provisional para crear el estatus legal de Emergencia Climática, con el fin de acelerar las políticas públicas de combate a los fenómenos climáticos extremos.
En este sentido, la ausencia de lluvias y los incendios son dos problemáticas relacionadas entre sí. Por eso, Lula hace foco en la prevención y el cuidado de los bosques que conforman la Amazonía.
Esto va de la mano con su intención de posicionarse como líder global, ya que en cada evento internacional, el presidente no pierde la oportunidad de mencionar el tema y discutir nuevos modelos. De hecho, como se puedo observar, en la previa de la próxima cumbre del G20 donde los países más ricos del mundo se reunirán en Río de Janeiro durante el mes de noviembre, el gobierno encabezó un informe con recomendaciones para reformar los fondos ambientales y climáticos que “eliminen la burocracia del acceso para los países del Sur Global”.
(*) Internacionalista de Fundamentar