El presidente Barack Obama aceptó anoche su candidatura a la reelección y pidió a Estados Unidos otra chance para revivir la economía y el empleo y llevar al país "a un lugar mejor", pero dijo que la senda a la recuperación no será "rápida ni sencilla".
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En el discurso de cierre de la Convención Nacional Demócrata, Obama presentó los comicios del próximo 6 de noviembre contra su rival republicano Mitt Romney "no sólo como una elección entre dos candidatos o partidos" sino, sobre todo, como "una opción entre dos visiones fundamentalmente distintas del futuro".
"No fingiré que la senda que ofrezco sea rápida o sencilla. Nunca lo hice. Ustedes no me eligieron para que les diga lo que quieren oír. Me eligieron para decirles la verdad", señaló el primer presidente afroamericano de Estados Unidos.
El discurso de Obama marcó el final de dos semanas dedicadas a las convenciones nacionales de los dos grandes partidos y dio el puntapié inicial a la última fase de la campaña, dos intensos meses de actos, debates y eventos para recaudar fondos en los que los candidatos tratarán de romper su paridad en los sondeos.
Con un desempleo del 8,3% y millones de estadounidenses que no llegan a fin de mes, el mandatario dijo que el esfuerzo que se necesitará para levantar cabeza tras el colapso financiero de 2008 sólo se compara con el desafío que enfrentó el ex presidente Franklin Delano Roosevelt por la Gran Depresión de 1930.
"Se requerirá esfuerzo común, responsabilidad compartida y el tipo de experimentación audaz y persistente" que empleó el demócrata Roosevelt, señaló el presidente.
"La verdad es que nos llevará más que unos pocos años solucionar los desafíos que se han acumulado durante una década", agregó.
En una apelación al votante independiente y un intento de refutar la acusación de Romney de que Obama extralimita el rol del Estado, el mandatario agregó que los demócratas "deberían recordar que no todos los problemas pueden remediarse con otro programa de gobierno o dictado de Washington".
"Pero que Estados Unidos sepa esto: nuestros problemas pueden resolverse. Nuestros desafíos pueden enfrentarse. La senda que ofrecemos puede ser más dura, pero lleva a un lugar mejor. Y les pido que elijan ese futuro", dijo Obama, interrumpido varias veces por gritos del público de "¡cuatro años más, cuatro años más!"
La velada también incluyó la nominación por aclamación y el discurso de aceptación de candidatura del vicepresidente Joe Biden.
"Estamos en una misión para hacer que esta nación avance de la duda y el decrecimiento a la promesa y prosperidad. "Es una misión que vamos a continuar y vamos a completar", dijo Biden.
La primera dama, Michelle Obama, fue la encargada de presentar a su marido, dos noches después de dar su propio discurso durante la inauguración de la convención en Charlotte, Carolina del Norte.
"Esta noche estoy tan emocionada, tan honrada y orgullosa de presentar al amor de mi vida, al padre de mis dos hijas y al presidente de Estados Unidos", dijo Michelle, mientras Obama subía al escenario para darle un beso y un abrazo y tomar el micrófono.
Los delegados que desbordaron el centro de convenciones fueron entretenidos por las actuaciones del cantante James Taylor y otros grupos musicales mientras esperaban el discurso de Obama.
El estadio cerrado estalló en emotivos vítores cuando la ex congresista por Arizona Gabrielle Giffords, quien fue herida de bala en un intento de asesinato en 2011 que la dejó agonizante, se subió al escenario para recitar el Juramento de Lealtad al país y la bandera y desdé ahí tiró besos a la multitud.
Los asistentes también prorrumpieron en gritos cuando las pantallas de video mostraron el rostro de Osama Ben Laden, el ex líder de la red Al Qaeda que organizó los atentados a las Torres Gemelas y el Pentágono de 2001 y que fue muerto el año pasado en un operativo militar en Pakistán ordenado por Obama.
El mandatario no se olvidó de Romney y los republicanos, y dijo que durante su convención de la semana pasada se la pasaron hablando de todo lo que está mal en el país pero sin exponer formas para solucionar esos problemas, y que sólo pueden ofrecer "las mismas recetas que han tenido durante los últimos 30 años".
"¿Tienes un superávit? Probá con un recorte de impuestos. ¿El déficit está demasiado alto? Probá con otro. ¿Sentís que estás incubando un resfrío? Tomás dos recortes de impuestos, eliminá algunas regulaciones y llamanos en la mañana", dijo Obama, parodiando un diálgo ficcional con un "médico" republicano.
Con un país que todavía sufre las consecuencias de la crisis financiera de 2008, la peor desde 1930, la economía es el gran tema de la elección.
Romney y su candidato a vicepresidente, Paul Ryan, acusan a Obama de una gestión económica socializante con un excesivo rol del Estado. Proponen crear empleos bajando impuestos a los más ricos y con estímulos a las grandes empresas para que contraten.
También quieren recortar drásticamente el gasto público, incluyendo en áreas con la Educación y la Salud, y revocar la histórica reforma de salud impulsada y aprobada por Obama.
El demócrata quiere levantar exenciones impositivas a las personas que ganan más de 250.000 dólares al año para que contribuyan con el combate al déficit, y dice que los ajustes de Romney recaerán injustamente sobre los más pobres y desprotegidos.
En su discurso, Obama pidió a los estadounidenses que lo acompañen en la consecución de varios objetivos, como crear un millón de nuevos puestos de trabajo en el sector manufacturero antes de 2016 y "duplicar las exportaciones" para finales de 2014.
Asimismo, se comprometió a "reducir el déficit en más de cuatro billones de dólares durante la próxima década" y a "invertir en la economía el dinero que ya no estamos gastando en guerras".
En materia energética, Obama prometió reducir a la mitad la importación neta de petróleo para 2020 y apoyar hasta 600.000 empleos en el sector del gas natural antes de que acabe la década.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Rafael Pansa
FUENTE: Telam