Jueves, 21 Marzo 2013 12:53

El Dinamismo Frugal de la India

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El desarrollo, el crecimiento, una mejor calidad de vida, pueden muchas veces observarse en las pequeñas innovaciones que no necesariamente apuntan a revolucionar el mundo sino a hacernos la vida más fácil

La economía en bajada de la India ha infundido, a lo largo y a lo ancho, pesimismo y pensamientos fatalistas; sin embargo, este sentimiento bajista que va en aumento se encuentra mal ubicado. La India todavía ofrece esperanza, pero, para entender por qué, hay que dejar a un lado los indicadores macroeconómicos y dirigir la atención a los indicadores micro. A modo de ejemplo: realice una búsqueda en Google de la frase en inglés “frugal innovation” (“innovación frugal”), y la totalidad de los primeros 20 resultados de dicha búsqueda hacen referencia a la India.

Desde hace ya tiempo atrás, las empresas de la India han visto oportunidades para satisfacer demandas “en la parte inferior de la pirámide” que anteriormente habían sido pasadas por alto. Los sobrecitos de champú se originaron en la India hace más de dos décadas atrás, estos sobrecitos crearon un mercado para un producto que los pobres nunca antes habían podido pagar. Los ciudadanos de la India que no tienen suficiente espacio o dinero para comprar una botella de champú que cuesta 100 rupias, pueden gastar cinco rupias en un sobrecito que usarán en una o dos oportunidades.

Pero el liderazgo de la India en cuanto a la “innovación frugal” va más allá de la reducción de tamaños: involucra partir de las necesidades de los consumidores pobres, que en sí es un concepto novedoso (¿quién sabía que los pobres podrían ser consumidores?), y trabajar en retroceso. En lugar de complicar o perfeccionar sus productos, los innovadores de la India retiran de estos todo menos lo que es mínimamente esencial, y por lo tanto los hacen accesibles, durables y efectivos.

Las personas de la India, por naturaleza, son líderes en innovación frugal, ya que están muy imbuidas en el sistema jugaad de desarrollo de soluciones improvisadas que funcionan y que se desarrollan con recursos limitados. Jugaad transmite esencialmente una forma de vida, una visión del mundo que incorpora la habilidad que tienen las personas para ingeniárselas con lo que tienen para satisfacer sus necesidades.

No obstante, jugaad no tiene que ver con piratería de productos o con fabricar imitaciones baratas de marcas mundiales. Se trata de innovación, de encontrar soluciones de bajo costo, a menudo improvisadas sobre la marcha, dentro de las limitaciones de un país en vías de desarrollo que es carente de recursos y que está lleno de personas pobres. Por ejemplo, un aldeano de la India construye un vehículo improvisado para transportar sus productos y su ganado, logra ello al incorporar a un carro de madera una bomba manual de irrigación que sirve como motor. Eso es jugaad.

Maquinarias comunes y objetos domésticos se reencarnan en formas nunca previstas por sus fabricantes originales. Todo se puede volver a utilizar o se puede volver a imaginar. Si a usted no le alcanza el dinero para pagar facturas de teléfono móvil, inventa el concepto de la “llamada perdida”: usted timbra brevemente a un número y cuelga antes de que le contesten, a fin de indicar al destinatario de la llamada que usted necesita comunicarse con él.

El ingenio de las personas de la India ha producido un sorprendente número de innovaciones que baten records mundiales, pero ninguna más impresionante que el Tata Nano, un automóvil que a un precio de $2.000 cuesta aproximadamente lo mismo que uno de los reproductores de DVD más caros que se instalan en los automóviles de lujo occidentales. Por supuesto, el Nano no tiene reproductor de DVD (y ni tampoco radio, en el modelo básico), pero sus innovaciones (que han cosechado 34 patentes) no son simplemente el resultado de dejar de lado adornos (incluyéndose entre tales los frenos de potencia, el aire acondicionado, y los espejos laterales). Se demostró de manera concluyente que se puede hacer más con menos, ya que se logró reducir el uso de acero al inventar un motor de aluminio, se pudo incrementar el espacio al desplazar las llantas al borde del chasis, y se pudo reducir costos gracias a un diseño modular que permite que el automóvil sea ensamblado a partir de kits.

También vale la pena mencionar al GE MAC 400, un dispositivo portátil de electrocardiograma (ECG) que cuesta $800 (la alternativa más barata a este equipo tiene un precio de más de $ 2.000), y al Tata Swachh, un purificador de agua que cuesta $24 (diez veces menos que el dispositivo competidor más cercano). El GE MAC 400 utiliza sólo cuatro botones, en lugar de la habitual docena de botones, y una impresora portátil muy pequeña, por lo que es lo suficientemente pequeño como para caber en un maletín e incluso funciona con baterías; este dispositivo ha reducido el costo de un electrocardiograma (ECG) a sólo $1 por cada paciente. El Swachh utiliza cascarilla de arroz (uno de los productos residuales más comunes en la India) para purificar el agua. Teniendo en cuenta que alrededor de cinco millones de ciudadanos de la India mueren de enfermedades cardiovasculares cada año, y que más de una cuarta parte de ellos son menores de 65 años, y que cerca de dos millones de personas mueren por beber agua contaminada, el valor de estas innovaciones es evidente.

Muchos otros ejemplos de innovaciones frugales ya se encuentran en el mercado, incluyendo un mini-camión de bajo costo y eficiente en el uso de combustible, un mini-tractor barato que se vende de manera rentable en los EE.UU., un refrigerador que funciona a baterías, un inversor de electricidad que cuesta $100, y una lámpara solar de $12.

Es más, las innovaciones médicas se han generalizado ampliamente. Una empresa de la India ha inventado la vacuna más barata para la hepatitis B, logrando que el precio baje de $15 por inyección a menos de $0,10. El precio de la insulina se ha reducido en un 40% gracias a la principal firma en biotecnología de la India. La herramienta de diagnóstico para pruebas de tuberculosis y de otras enfermedades infecciosas que fabrica una empresa de Bangalore tiene un precio de $200, en comparación a los $10.000 que cuesta un equipo similar en el Occidente.

A finales del año pasado el gobierno de la India presentó una computadora portátil que costará tan sólo 2.250 rupias (alrededor de $40). La “Aakash” tiene una pantalla táctil resistente de siete pulgadas, similar a la de una iPad de Apple. Viene en una carcasa plástica sólida, tiene 2 gigabytes de memoria flash, dos puertos USB, salidas para auriculares y video, y tiene capacidad Wi-Fi.

La Aakash utiliza el sistema operativo Android 2.2 y consume unos escasos dos vatios de potencia, que se suministran mediante una batería interna de litio-ion que se puede recargar a través de un cargador de energía solar. Y el gobierno subsidiará el 50% del costo a los estudiantes, de manera que los ciudadanos jóvenes de la India únicamente tendrán que pagar $20 para tener su propia computadora tablet. Las evaluaciones iniciales de este producto son buenas.

Incluso el sector financiero ha sido testigo de innovaciones. Hasta tan sólo tres años atrás, existían únicamente 15 millones de cuentas bancarias en un país de 1,2 mil millones de habitantes. En la India se llegó a la conclusión de que si las personas no vienen a los bancos, los bancos deben ir a dónde están las personas. El resultado ha sido la creación de ejércitos de cajeros móviles que trabajan con dispositivos portátiles, estas personas convierten las salas de estar de las casas en los pueblos en sucursales bancarias improvisadas, y reciben depósitos de montos bajos, incluso de hasta un dólar. Se han establecido más de 50 millones de nuevas cuentas bancarias, y de esta manera se ha logrado que los pobres en las zonas rurales de la India ingresen al sistema financiero moderno.

La innovación frugal impregna a la economía de la India. Esta es una de las razones por las que existe mayor dinamismo en la economía de la India del que creen quienes únicamente miran los datos macroeconómicos. A veces es importante dejar de mirar el bosque y centrarse en mirar los árboles.
 

 

(*) Ministro de Desarrollo y Recursos Humanos de la India. Su libro más reciente es “Pax Indica: India y el Mundo en el Siglo XXI”.

FUENTE: The Project Syndicate

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