Miércoles, 07 Noviembre 2012 14:09

Los Hispanos, Decisivos en la Reelección de Obama

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latinos_eeuu_eleccion_2012El rechazo a las propuestas republicanas condena a Romney al peor resultado en una década

 

El rechazo a las propuestas republicanas condena a Romney al peor resultado en una década

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Si las encuestas de las últimas semanas anunciaban que el electorado hispano sería uno de los factores más influyentes en el resultado, la noche electoral demostró que cualquier candidato que aspire a la presidencia necesitará tenerles a su lado. Obama venció con el 75% del voto hispano a nivel nacional, según los primeros sondeos a pie de urna de la organización Latino Decisions, superando todas las previsiones anteriores.

El voto hispano ha sido determinante en Colorado, donde Obama tendría el 87% de las papeletas de este grupo del electorado en el estado que acabó decantando la balanza a su favor. También en Nevada, donde pocos se atrevían a pronosticar una victoria de Romney a pesar de que el estado cuenta con un nivel de desempleo tres puntos superior a la media nacional. Obama también ganó en Virginia, con un 66% del voto hispano -Romney obtuvo el 31%-, porcentajes similares a la diferencia con la que contó en 2008, pero que habrían contribuido igualmente a su victoria en un estado que mantuvo la incertidumbre hasta el último momento; y en Ohio, donde amplió la ventaja sobre su rival por 55 puntos (82-17) y en Massachusetts, por 80 puntos (89-9), según los primeros sondeos de la organización Latino Decisions.

La campaña demócrata apostó desde un primer momento al crecimiento de las minorías raciales en todo el país, pero especialmente en seis de los nueve estados clave: Florida, Virginia, Colorado, Nevada, Iowa y Ohio. Todos ellos han sido testigo de un incremento importante de la población hispana en la última década, y en todos ellos el voto de los afroamericanos se ha mantenido fiel al presidente. Los demócratas jugaron esa baza y ahora el Partido Republicano estará obligado a cambiar de dirección si no quiere condenar sus opciones de futuro.

La mayor integración de los hispanos en la sociedad norteamericana, su preocupación por asuntos como la economía por encima de la inmigración y un mayor nivel de participación en estas elecciones pueden haber sido suficientes para incrementar su influencia en unos comicios presidenciales históricas para ellos. Una gran mayoría acudió a las urnas motivada, asimismo, por las leyes de inmigración aprobadas desde hace dos años por varios estados republicanos, como Arizona y Alabama, y por un deseo de representación en la esfera política estadounidense que se acerque más a su porcentaje entre la población estadounidense, que ya es del 15%.

Tampoco ayudaron las propuestas de Romney. El candidato republicano arriesgó durante las primarias de su partido defendiendo ideas como la 'autodeportación' de indocumentados gracias a leyes que compliquen tanto su presencia en Estados Unidos que les obliguen a abandonar el país, y presentando la ley de inmigración de Arizona como un modelo para todo el país. Romney intentó matizar en las últimas semanas prometiendo negociar con los demócratas una reforma migratoria, pero el daño ya estaba hecho.

Y mientras la oposición defendía algunas de las medidas más radicales en este aspecto, Obama recuperó la confianza de los hispanos al anunciar en junio que cancelaba las deportaciones de casi dos millones de estudiantes indocumentados. Aquella medida disparó el entusiasmo del electorado hispano y los primeros sondeos sitúan el apoyo recibido por el presidente por encima del 73%, por lo que habría superado el récord establecido por Clinton en 1996. Romney, por su parte, recibiría cerca del 19%, el peor dato de un candidato presidencial en más de 10 años.

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