Un grupo de senadores compuesto por demócratas y republicanos reveló el martes un histórico proyecto de ley que busca eliminar la amenaza de deportación para millones de inmigrantes ilegales y darles la oportunidad de convertirse eventualmente en ciudadanos de Estados Unidos.
Según la propuesta, los inmigrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos antes del 31 diciembre del 2011 y se mantuvieron de manera continua en el país podrían solicitar un estatus legal "provisional" a partir de seis meses después de que el proyecto de ley sea promulgado por el presidente.
Pero más allá de eso, tendrían que esperar una década o más sin recibir beneficios federales, mientras el Gobierno cumple con una serie de condiciones estrictas para proteger las fronteras de Estados Unidos y aplicar la ley actual de inmigración.
Los impulsores del proyecto -cuatro demócratas y cuatro republicanos- consideraron que tales condiciones y "activadores" de aplicación de la ley son necesarios para ayudar a tener éxito donde medidas similares han fracasado, principalmente debido al rechazo a lo que los opositores ven como una "amnistía" para infractores.
A pesar de las numerosas disposiciones, la propuesta se enfrenta a meses de debate, decenas de enmiendas y una oposición potencialmente significativa, especialmente en la Cámara de Representantes controlada por los republicanos.
"Esto no es nada más que el punto de partida", dijo a periodistas el jueves el senador Charles Grassley. El legislador es un influyente político republicano en la Comisión Judicial de la Cámara alta, el panel que gestionará los avances del proyecto de inmigración.
Se esperaba que dos de los senadores que impulsaron la iniciativa legal, el demócrata Charles Schumer y el republicano John McCain, se reunieran el martes con el presidente Barack Obama para una revisión de su trabajo y de las propuestas.
De hecho, gran parte de la legislación fue diseñada para que fuera atractiva para los republicanos.
Miles de millones de dólares en nuevos fondos serían canalizados hacia seguridad fronteriza adicional para disuadir a las personas de evitar la detección al cruzar la frontera de México con Estados Unidos.
La medida se centrará en reforzar zonas porosas en "alto riesgo" como partes de Arizona, donde las agencias del orden han tenido menos éxito en asegurar la frontera, en parte debido a un terreno más accidentado.
El proyecto de ley establece un objetivo de detener el 90 por ciento de los cruces ilegales en las secciones más riesgosas de la frontera sur con México, ya sea por la captura de personas u obligándolos a regresar a su país.
MAS VISAS Y EMPLEOS
La propuesta expandirá el acceso de trabajadores de alta y baja calificación a las empresas estadounidenses, en un intento por mantener satisfechos a los sindicatos con disposiciones que evitarán que las compañías contraten a empleados extranjeros o inmigrantes por bajos costos cuando existan estadounidenses disponibles para llenar esas vacantes.
En el sector de la tecnología, la ley incrementa el número de visas disponibles para trabajadores altamente calificados en cargos especializados, aunque impone nuevos requerimientos salariales para evitar reducciones de pagos en el caso de los empleados estadounidenses.
El intenso trabajo de grupos de presión, que podría complicar la aprobación del proyecto de ley, ya se está percibiendo, por ejemplo por la insatisfacción en torno al límite impuesto sobre el número de vacantes para extranjeros en el sector de la construcción.
De todas formas, un experto en inmigración que fue informado sobre los detalles de la reforma antes de que fuera revelada a los periodistas la describió como "un proyecto de ley muy inteligente, estratégico y con miras al futuro".
Más allá del énfasis en el control de las fronteras y las visas, "el camino a la ciudadanía estadounidense" sigue siendo el corazón del proyecto de ley, incluso pese a que la frase no es usada en el resumen entregado a la prensa.
FUENTE: Reuters