El Gobierno de Grecia anunció el cierre de la emisora pública ERT y un par de horas más tarde la señal de la transmisión televisiva fue cortada abruptamente. Eso ocurrió la madrugada del miércoles. Los trabajadores, en abierto desafío a la medida del régimen, decidieron continuar transmitiendo por Internet.
Los sindicatos informaron que el total de trabajadores despedidos suma 2.656, muchos de los cuales se atrincheraron dentro del edificio del canal de televisión y desde allí reanudaron la programación. El Gobierno informó que por decreto cerraría los canales de televisión y las emisoras públicas creadas hace 75 años.
El argumento gubernamental es que la compañía generaba “increíbles pérdidas”. Según el director ejecutivo de ERT, Emilios Latsios, las autoridades instaron a los empleados a abandonar los edificios a la brevedad, si no serán arrestados. Sin embargo, hasta el momento no ha actuado la policía.
SOLIDARIDAD DEL GREMIO
La medida fue rechazada por todos los sindicatos periodísticos del país, que anunciaron que a partir de este mismo miércoles se declaran en huelga por 24 horas. Desde las 06.00 hora local ningún canal ni radio de Grecia emite noticias. Miles de manifestantes están frente a las oficinas de ERT, apoyando a los trabajadores.
Una medida similar tomaron los periódicos. “Haremos huelga hasta que el gobierno dé marcha atrás”, anunció a la agencia dpa el presidente de la Asociación de Redactores de Periódicos de Atenas (ESIEA), Dimitris Trimis. Por ello, este jueves no circularán diarios en Grecia. Mientras, la centroizquierda, que forma parte de la coalición de Gobierno, pidió revertir el cierre.
El gobierno asegura que planea cerrar ERT durante unos meses, para volver a lanzar una televisión pública con un nuevo proyecto y un máximo de mil trabajadores. La medida se tomó como parte de las exigencias de recortes por parte de la troika de acreedores internacionales.
LA LÓGICA DEL AJUSTE
El anuncio del cierre lo hizo el pasado martes el vocero del gobierno, Simos Kedikoglu, quien precisó que la TV pública dejaría de transmitir desde la medianoche de ayer y que en su lugar se abrirá otro organismo con mucho menos personal.
Los despedidos de la Radio Television Griega (ERT) son parte de de lo exigido a Atenas por la troika -Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario (FMI)-, los acreedores internacionales que rescataron a los bancos griegos de la quiebra, según se ha denunciado reiteradamente.
A cambio, le exigieron salvajes ajustes, entre ellos, el despido de dos mil funcionarios o empleados públicos hasta finales de julio, sobre un total de 15.000 hasta finales del año próximo.
La Comisión Europea trató de restarle importancia a las acusaciones.
"La Comisión no pidió el cierre de ERT", indicó ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo el comisario de Economía del bloque, Olli Rehn, quien fue abucheado por algunos eurodiputados. Sin embargo, Rehn admitió que la UE no "cuestionará el mandato del gobierno griego para administrar el sector público".
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Imanol Barrangú
FUENTE: DW
