Máxima tensión en Egipto tras el violento desalojo policial de las acampadas islamistas en El Cairo. Varias decenas de personas han muerto este miércoles después de que la policía egipcia haya irrumpido en las acampadas de los seguidores del depuesto presidente islamista Mohamed Morsi, según han informado fuentes de los servicios de seguridad. Los Hermanos Musulmanes aseguran que la cifra de fallecidos asciende a más de 200 y 2.000 heridos, mientras que las autoridades sólo han confirmado 15 muertos. Los disturbios se ha extendido en varias zonas de la capital, así como a otras ciudades de Egipto.
Los enfrentamientos estallaron a primera hora cuando la policía comenzó a tirar gases lacrimógenos contra las acampadas, lo que derivó en choques con los islamistas. Ambas partes se acusan de haber empleado armas de fuego durante los enfrentamientos. El Ministerio del Interior ha anunciado que la menor de las dos plazas en la que se habían instalado los seguidores islamistas, la plaza de Al Nahda, situada en el distrito de Giza ya está bajo control policial.
La confusión reina todavía en torno a la otra gran plaza en la que permanecían acampados los islamistas, la de Rabea al Adauiya, donde las autoridades se han encontrado con una mayor oposición. La policía ha lanzado gases lacrimógenos desde helicópteros y envió a paracaidistas y francotiradores. "Había paracaidistas que cayeron encima de edificios y empezaron a disparar", ha apuntado a Efe Mohamed, un manifestante que se encontraba en la zona central de la plaza.
Mohamed ha destacado que nadie ha podido huir porque todas las calles que acceden al lugar están cerradas, pese a que el Ministerio del Interior había anunciado que permitiría una salida segura. El testigo ha subrayado que los manifestantes, entre ellos mujeres y menores, se han refugiado en el interior de la mezquita de Rabea al Adauiya, que da su nombre a la plaza, bajo árboles y dentro de tiendas de campaña.
Los Hermanos Musulmanes aseguran que el balance de fallecidos durante el desalojo asciende a más de 200 y 2.000 heridos. Sin embargo, las autoridades egipcias ha asegurado que sólo se han producido 15 muertos y 203 civiles heridos, aunque anteriormente la televisión estatal egipcia, citando a una fuente de los servicios de seguridad, informó de la muerte de dos agentes de policía. La agencia Reuters ha informado de que entre alguno de los heridos tenían heridas de bala. Por otra parte, el Ministerio del Interior ha confirmado también la detención de dos centenares de personas así como de algunos líderes de la Hermandad.
LLAMAMIENTO DE LOS HERMANOS MUSULMANES
Los Hermanos Musulmanes han hecho un llamamiento a los egipcios a salir a las calles para “detener esta matanza”. “Esto no es un intento de dispersión, sino un intento de aplastar de forma sangrienta cualquier resistencia contra el golpe militar”, ha comentado en su cuenta de Twitter el portavoz de los Hermanos Musulmanes, Haddad El Gehad.
Los enfrentamientos estallaron a primera hora cuando la policía comenzó a tirar gases lacrimógenos contra las acampadas, lo que derivó en choques con los islamistas.
La respuesta no se ha hecho esperar tanto en El Cairo como en otras ciudades del país. Miembros de los Hermanos Musulmanes han atacado varias comisarías y edificios gubernamentales en la capital, en Garbiya (norte) y en Fayum (sur), según ha informado la agencia Mena. Por otra parte, la violencia también se está extendiendo a las zonas cristianas. La agencia AFP ha informado de que la iglesia copta de Gergiss, situada en la localidad de Sohag, al sur del país, ha sido incendiada, supuestamente a manos de seguidores islamistas.
"Los Hermanos Musulmanes están en la ciudad cortando calles y avenidas", comenta en una entrevista telefónica con TVE el porfesor de Ciencias Políticas de la Universidad de El Cairo, Ibrahim Awad. "Se temía se llegara a este enfrentamiento. La polarización del país está llegando a muchas capas de la población", añade.
Además, según informa la televisión estatal, las protestas se están desarrollando en Alejandría (norte), Asuán (sur), mientras que Reuters informa que se han producido disturbios en las ciudades Minya y Assiut, donde las fuerzas de seguridad han abierto fuego contra manifestantes islamistas.
EL GOBIERNO RESPONSABILIZA A LOS ISLAMISTAS
El Gobierno egipcio ha amenazado con hacer frente con "toda la dureza y firmeza" a los ataques contra propiedades públicas y comisarías y que perseguirán a "los alborotadores" para proteger las propiedades del pueblo. "El ejecutivo atribuirá a los dirigentes de los Hermanos Musulmanes la responsabilidad total del cualquier sangre que se derrame y de todo el caos y la violencia actual", ha advertido el portavoz Sherif Shauqi .
La tensión se ha incrementado tanto que las autoridades han ordenado la suspensión de la circulación de trenes en algunas provincias del sur y del norte de Egipto, informaron fuentes de los servicios ferroviarios a la agencia de noticias estatal Mena.
Los seguidores del presidente depuesto Morsi han permanecido en sus acampadas desde el golpe de Estado, pese a los llamamientos del Gobierno interino para que abandonasen la protesta. Tras la celebración del mes de Ramadán, las autoridades advirtieron su intención de lanzar una operación gradual para desmantelar las acampadas, aunque los islamistas las han mantenido.
FUENTE: RTVE