El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha echado mano de manual hoy por la mañana para zafarse del asunto peliagudo de Catalunya durante la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso de los Diputados. Tanto el portavoz de los nacionalistas catalanes de CiU, Pere Macías, como el líder socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, le han conminado a mover ficha tras el éxito de la cadena humana de la Vía Catalana celebrada el pasado miércoles para reivindicar el derecho a decidir de los catalanes sobre su vinculación con España.
Rajoy se ha pronunciado por promover "el diálogo como el mejor instrumento para solucionar los problemas". Y para muestra ha esgrimido la filosofía de la carta remitida el pasado sábado al presidente de la Generalitat, Artur Mas, en la que reivindica el diálogo como piedra filosofal. Pero no ha añadido más, salvo su apelación a que ese diálogo debe obligar a que "todos debemos actuar con responsabilidad, lealtad institucional y respeto al marco jurídico".
De ahí no se ha movido ni un ápice. Y tanto es así que le ha sobrado minuto y medio, de los dos y medio que disponía, para explicarse. Así ha ocurrido en el debate con Pere Macías, el portavoz de CiU. Porque con Rubalcaba no ha estado tan comedido; incluso parecía recordar sus tiempos de líder de la oposición por su estrategia de atacar a su interpelante. No ha sido la primera vez que ha empleado este método para responder al líder socialista. "Usted como secretario general de su partido lo primero que tiene que aclarar es si su formación está a favor del derecho a decidir", ha dicho Rajoy dirigiéndose a Rubalcaba.
Rubalcaba a Rajoy: "Tiene más conocimientos sobre mi partido que sobre lo que ocurre en Catalunya"
Previamente, el presidente del Gobierno le ha recriminado que la pregunta formulada por el socialista no se correspondía con la literalidad que figura en el orden del día. "Tal vez la formula así para resolver problemas internos", ha dicho. Y todo porque Rubalcaba le ha preguntado por las medidas que iba a tomar después de la manifestación ciudadana del pasado miércoles a lo largo de toda Catalunya. En opinión del líder socialista, la situación requiere "abordar cambios en la Constitución para que el Senado sea una cámara territorial, incorporar las identidades de las comunidades, entre otras actuaciones. Ya no es tiempo para mirar hacia otra parte, señor Rajoy", ha dicho el líder socialista.
Rubalcaba, que le ha criticado "tener más conocimientos" sobre su partido que sobre lo que ocurre en Catalunya, "lo cual es un problema"—ha dicho—, también le ha reprochado al presidente del Gobierno la reforma que pretende cambiar el cálculo de las pensiones. "Ustedes están preparando la primera reforma de pérdida de poder adquisitivo para los actuales pensionistas", ha dicho. Y ha agregado que esa iniciativa, "al igual que la reforma educativa del ministro Wert, se han hecho sin contar con la mayoría". "Y sabe lo que le digo, que esas reformas van a durar lo que su mayoría absoluta, dos años", ha sentenciado.
Con todo, quien ha empleado epítetos más duros hacia el presidente Rajoy ha sido la portavoz de UPyD, Rosa Díez, visiblemente molesta por lo que ha definido como "acumulación de mentiras" en sede parlamentaria. Le ha enumerado varias citas, hasta media docena, que a su entender suponen otras tantas ocasiones en las que el presidente del Gobierno ha faltado a la verdad, desde que no entregaría dinero público para la banca hasta que no tocaría las pensiones.
CRECIMIENTO ECONÓMICO
Todo ese cúmulo de mentiras, en la consideración de Díez, debe llevar a su dimisión como primer ejecutivo del Gobierno. Rajoy no se ha inmutado por "el sinfín de asuntos que ha mencionado" su interpelante, según ha dicho, y ha contrarrestado con lo que empieza a ser ya una constante en sus intervenciones: su optimismo por los datos económicos y la interpretación que de ellos hace. Es decir, buena o muy buena. "El objetivo de mi Gobierno es la recuperación de la economía española. Ha habido dificultades y las hemos superado, pero ahora tengo la satisfacción de que los datos empiezan a ser buenos".
Hasta tal punto se ha mostrado satisfecho que ha anunciado que revisará "al alza el crecimiento de la economía para el año próximo". Ya lo había dicho en un anterior sesión de control antes del verano, pero por si a alguien se le había olvidado, esta mañana lo ha vuelto a repetir. Dicho esto se mantenido en su escaño durante la pregunta que la portavoz socialista Soraya Rodríguez le ha formulado a su vicepresidenta Sáenz de Santamaría y después se ha marchado. De la interpelación que los socialistas le han planteado, nada de nada. Eso se lo deja a su mano derecha, que para eso está.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Imanol Barrangú
FUENTE: Público