El presidente Barack Obama llamó el martes a John Boehner, para insistirle al principal republicano de la Cámara de Representantes que no negociará en torno a la reapertura gubernamental ni sobre una legislación que debe ser aprobada para impedir que Estados Unidos caiga en mora de pagos.
En la segunda semana del cierre parcial del gobierno, la llamada de Obama, dada a conocer por la oficina de Boehner, se produjo en momentos en que el presidente de la cámara baja suavizó el tono de su retórica ante los medios de comunicación y en que los demócratas que controlan el Senado planean moverse con prontitud para una votación que permita elevar el tope a la deuda federal, con lo que el gobierno podría pedir más dinero prestado.
La presidencia confirmó la llamada y dijo que Obama le reiteró a Boehner "lo que le dijo cuando se reunieron la semana pasada en la Casa Blanca: el presidente está dispuesto a negociar con los republicanos —una vez eliminadas las amenazas de cierre del gobierno e incumplimiento en los pagos— sobre las políticas que los republicanos consideran fortalecerían al país".
"Quiero tener una conversación. No estoy creando límites artificiales. Es hora de que nos sentemos y solucionemos nuestras diferencias", afirmó Boehner, representante por Ohio.
En la segunda semana del cierre parcial del gobierno, la llamada de Obama, dada a conocer por la oficina de Boehner, se produjo en momentos en que el presidente de la cámara baja suavizó el tono de su retórica.
"Aquí no hay límites. No hay nada sobre la mesa, no hay nada fuera de la mesa", agregó.
Por su parte, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, dijo estar dispuesto a negociar en torno al presupuesto, pero sólo después de que el gobierno reciba fondos y se eleve el tope de endeudamiento federal.
"Todo lo que pedimos es que el gobierno sea reabierto. Dejen de amenazar con una catastrófica mora de pagos en las facturas que adeuda la nación", afirmó el demócrata por Nevada.
Un portavoz dijo que Reid podría dar a conocer la medida sobre el tope de deuda incluso el martes, lo que prepararía el terreno para someterlo a una votación de prueba más adelante en la semana.
Se espera que la medida proporcione suficiente margen como para pedir un préstamo que dure más allá de las elecciones del año próximo, lo que significa que probablemente permitirá solicitar nuevos préstamos por un billón de dólares o más por encima del tope de endeudamiento actual de 16,7 billones de dólares que el gobierno dice será alcanzado el 17 de octubre. No se espera que incluya nuevos recortes de gastos, algo que los republicanos desean que suceda.
Un sondeo dado a conocer el lunes por el periódico The Washington Post y la cadena ABC News indicó que la desaprobación en torno a la forma en que los republicanos han manejado el enfrentamiento por el cierre gubernamental se encuentra en 70%, un incremento del 63% registrado una semana antes. La desaprobación del papel desempeñado por Obama se mantuvo sin cambios, en 51%.
FUENTE: El Nuevo Herald