Los 27 líderes de la Unión Europea se reúnen este jueves en Bruselas en una cumbre con una agenda notablemente apretada encabezada por la guerra de Rusia contra Ucrania, las negociaciones iniciadas por Donald Trump y los nuevos planes multimillonarios para rearmar el bloque.
También se abordará la necesidad de impulsar la competitividad, la gestión de la inmigración irregular, la situación en Oriente Próximo, el orden multilateral y el futuro del presupuesto de la UE, sometido a fuertes tensiones tras años de crisis sucesivas. La lista de temas es tan extensa que los líderes podrían verse obligados a pasar la noche en la capital belga y continuar sus debates el viernes por la mañana.
La cumbre llega envuelta en una sensación de 'déjà vu', dado que los 27 se reunieron hace solo dos semanas para debatir sobre Ucrania y la Defensa. La reunión de urgencia se convocó como reacción a la rápida diplomacia de Trump y su giro hacia Moscú, que puso nerviosos a los líderes y avivó el temor a un inminente colapso de la alianza transatlántica.
Aunque persisten muchas dudas, el malestar se disipó en cierta medida después de que Ucrania aceptara un alto el fuego provisional de 30 días y Estados Unidos levantara la suspensión de la ayuda militar y el intercambio de inteligencia, lo que supuso una mejora de las relaciones bilaterales. Vladímir Putin respondió con una propuesta más limitada de alto el fuego de los ataques contra las infraestructuras energéticas y exigió el cese "total" de los suministros de ayuda militar a Kiev.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que habló con Trump el miércoles sobre los próximos pasos en las negociaciones, informará a los líderes en la sala por videoconferencia. "Si es cierto que Putin dijo que debíamos detener nuestra ayuda militar a Ucrania, entonces leerán en nuestras conclusiones exactamente lo contrario", dijo un alto diplomático.
Hungría se opone a la "paz mediante la fuerza"
Sin embargo, se espera que solo 26 Estados miembros aprueben el capítulo de las conclusiones dedicado a Ucrania, ya que Hungría sigue oponiéndose firmemente a cualquier texto relacionado con la estrategia de "paz mediante la fuerza" y nuevos suministros de armas y municiones. La misma dinámica se produjo hace dos semanas, cuando Viktor Orbán se opuso al texto conjunto.
Además, los líderes abordarán los ambiciosos planes de la Comisión Europea para aumentar rápidamente el gasto en Defensa, incluido un novedoso programa de préstamos de 150.000 millones de euros. La iniciativa de rearme ha recibido un amplio apoyo de las capitales, pero es necesario proseguir la labor legislativa antes de que la Comisión pueda acudir a los mercados y recaudar el dinero para los préstamos.
Sánchez plantea objeciones al término "rearme"
A su llegada a la cumbre, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha dado una nota discordante al pronunciarse en contra del término "rearme" acuñado por el Ejecutivo de la UE, y al afirmar que el debate sobre el gasto en Defensa debería tener una perspectiva más amplia de "seguridad", que incluya controles fronterizos, terrorismo, ciberataques y guerra híbrida. Sus declaraciones llegan después de que su socio de coalición, el partido Sumar, pidiera salir de la OTAN esta semana tras romper su unidad con los socialistas por el aumento del gasto militar.
Antes de la cumbre, el presidente del Gobierno español también había señalado la acción climática como un área que debería sumarse a la seguridad. "Necesitamos más Europa, y más Europa significa más política social, más relaciones con otros bloques regionales, más participación en los debates multilaterales y, lógicamente, también significa más seguridad y defensa", ha afirmado a su llegada a la cita europea este jueves. Sánchez ha reivindicado además que la UE "es un proyecto de poder blando" y el bloque debe "enfatizar los activos" de esa índole aunque tenga "obligaciones de poder duro".
Sin embargo, en Bruselas, la visión integradora de España ha sido recibido con cierto recelo. Funcionarios y diplomáticos consideran la postura de Sánchez como una excusa para evitar aumentar el gasto en material militar como artillería, sistemas de defensa aérea, drones y munición; áreas que la Comisión Europea ha identificado como prioritarias en su Libro Blanco sobre Defensa.
Bruselas prefiere mantener una definición restringida de Defensa, con criterios estrictos, para canalizar fondos públicos y privados hacia bienes militares que puedan ayudar a la UE a disuadir la agresión rusa. Si estos criterios se amplían excesivamente, los Estados miembros podrían arriesgarse a gastar dinero en bienes que no contribuyen realmente a esta disuasión, advierten las autoridades. El hecho de que España se encuentre entre los países de la OTAN con menor gasto en Defensa no favorece la causa de Sánchez.
Espacio reservado para deliberar sobre el presupuesto
Durante la cena, los Veintisiete deliberarán sobre el presupuesto del bloque para el período 2028-2034, aunque esta parte de la cumbre quedará sin conclusiones detalladas porque el proceso aún está en sus primeras fases. El debate sobre el próximo presupuesto podría ser explosivo y complejo, con las nuevas prioridades en materia de defensa, medio ambiente, digitalización y Ucrania buscando mayor espacio junto a las tradicionales dotaciones de agricultura y cohesión.
"El reto es la ecuación financiera: cómo hacer coincidir nuestras ambiciones con los recursos de nuestra Unión", declaró un alto funcionario de la UE. El secretario general de la ONU, António Guterres, y la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, se unirán a los líderes en distintos momentos de la larga jornada.
Fuente: Euro News
