Lunes, 02 Diciembre 2013 20:08

Crecen las Protestas en Ucrania y Kiev Denuncia un Intento de Golpe

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Tras un fin de semana de masivas protestas, miles de opositores bloquearon parte de la sede gubernamental de Ucrania en reclamo de una política de integración con la Unión Europea, mientras Kiev advirtió que la situación está "descontrolada" y "tiene todos los signos de un golpe de Estado".

Además de haber bloqueado completamente las entradas y salidas de la sede del gabinete nacional y del Banco Central, la oposición ucraniana sumó hoy el apoyo de funcionarios y hasta alcaldes de ciudades del oeste del país, donde la mayoría se siente más cercana a Europa que a Rusia.

Los canales de televisión más importantes del país también moderaron su apoyo al presidente Viktor Yanukovych y el primer ministro, Nikolai Azarov, y comenzaron a dar más espacio al heterogéneo frente opositor, que pasó de pedir la firma de un acuerdo de cooperación con Bruselas, a la renuncia del gobierno.

Esta polarización entre los sectores promoscovitas y los proeuropeos volvió a poner en jaque la estabilidad del país hace unas semanas, después que el presidente Yanukovich anunciara que suspendía la firma de un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE).

En una reunión con embajadores europeos, el primer ministro ucraniano dijo hoy que las protestas pasaron de ser "multitudinarias" a "descontroladas" y advirtió que su gobierno "tiene información de que se está preparando el asalto al edificio del Parlamento", informó la agencia de noticias EFE.

La polarización entre sectores promoscovitas y proeuropeos volvió a poner en jaque la estabilidad del país hace unas semanas, después que el presidente Yanukovich anunciara que suspendía la firma de un Acuerdo de Asociación con la UE "Los políticos que se sumaron a estas acciones radicalizaron la situación. Estas fuerzas políticas tienen la ilusión de que se puede revertir el orden establecido", explicó el premier a los embajadores, cuyos países apoyaron a los mismos grupos proeuropeos hace nueve años durante una revuelta llamada Revolución Naranja.

"Esto tiene todos los signos de un golpe de Estado. Esto es muy grave. Nosotros mostramos paciencia, pero quisiéramos que nuestros socios no sintieran que hay permisibilidad", agregó.

En 2004, Yanukovich acusó a las potencias europeas de haber financiado y promocionado la Revolución Naranja, un levantamiento popular que cuestionó y logró revertir la victoria electoral del hoy presidente, quien era y sigue siendo considerado como un férreo aliado de Moscú.

Lejos de intentar mantener un bajo perfil para no avivar las tensiones en Kiev, el presidente ruso Vladimir Putin se metió hoy de lleno en la crisis política ucraniana al asegurar que las protestas de la oposición "no son una revolución sino un pogromo".Según denunció la oposición y más tarde confirmó el gobierno ucraniano, Yanukovich cedió a las presiones de Rusia, que amenazó con suspender toda la cooperación bilateral si firmaba el acuerdo con Bruselas.

El término pogromo (el ataque de una multitud a gente indefensa) remite al linchamiento de un grupo particular, pero en Ucrania está específicamente vinculado a la persecución a los judíos y tiene pesadas connotaciones históricas.

"Las protestas tienen poco que ver con las relaciones entre Ucrania y la UE y obedecen a intereses de quienes quieren agitar los procesos políticos internos", agregó Putin.

El mandatario ruso realizó estas declaraciones durante su visita oficial a Armenia, donde lo recibieron más de mil manifestantes que se oponen a sus intentos de sumar a ese país asiático a la unión aduanera que Moscú creó e incluye a las ex repúblicas soviéticas, Kasajistán y Bielorrusia.

Pese al apoyo de Moscú, Yanukovych decidió llamar al presidente de la Comisión Europea y pedirle que envíe una delegación para reanudar las negociaciones.

El presidente polaco, Bronislaw Komorowski, lo confirmó e informó que el diálogo entre la UE y Kiev volvió a reabrirse, liderado por el viceprimer ministro ucraniano, Serhiy Arbuzov.

Pese al apoyo de Moscú y ante el rápido deterioro de la situación en las calles de Kiev, Yanukovych decidió llamar al presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso, y pedirle que envíe una delegación para reanudar las negociaciones sobre el Acuerdo de Asociación con la UE, según anunció hoy el mismo Barroso.

Tras un fin de semana marcado por las mayores manifestaciones desde la Revolución Naranja y por una cruenta represión policial que le costó el cargo al Jefe de la Policía, el gobierno ucraniano está intentando recuperar el control de la situación.

A pedido de la oposición, el Parlamento podría votar mañana martes un moción de censura contra el gobierno del premier Azarov.

Antes de las protestas, el oficialismo controlaba una cómoda mayoría parlamentaria, mientras que todo el arco opositor apenas sumaba 205 de los 226 votos necesarios para hacer caer al Ejecutivo.

Sin embargo, en los últimos días y especialmente tras la sangrienta represión de este fin de semana, varios legisladores abandonaron la bancada oficialista y hasta algunos funcionarios renunciaron a sus cargos.

No será fácil que la oposición, que incluye desde sectores moderados hasta la extrema derecha, reúna los votos necesarios, pero de hacerlo sus líderes ya adelantaron que además de hacer caer al gobierno, también llamarán a elecciones presidenciales anticipadas.

Pese a la amenaza, la oficina del presidente Yanukovych informó hoy que el mandatario partirá mañana a China en viaje oficial, como tenía planeado.

 

 

FUENTE: Telam

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