La sombra de Al Qaeda parece haber resurgido con renovada fuerza en Medio Oriente, luego de un tiempo en el que varios analistas predecían un debilitamiento del grupo. Así, lo evidencia el creciente dominio que están ejerciendo los milicianos del Estado Islámico en Irak y en Levante (EILL) -un grupo vinculado a la red de Osama bin Laden- en Siria y en la provincia iraquí de Al Anbar, en la que controlan la ciudad de Faluja y parte importante de Ramadi. Según advirtió ayer el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se trata de “los elementos más peligrosos en la región”.
Dos años después del retiro de las tropas norteamericanas de Irak, la reciente caída de Faluja y Ramadi representan la primera vez que un grupo vinculado a Al Qaeda recaptura territorio iraquí.
“El Estado Islámico en Irak y el Levante ha sabido aprovechar sus redes y sus capacidades en Irak para cimentar una fuerte presencia en Siria. Y al mismo tiempo, se ha servido de su presencia en Siria para mejorar su posición en Irak”, indicó el analista, Daniel Byman, consignado por la agencia France Presse.
Dos años después del retiro de las tropas norteamericanas de Irak, la reciente caída de Faluja y Ramadi representan la primera vez que un grupo vinculado a Al Qaeda recaptura territorio iraquí, según indicó el diario The New York Times. Hechos que motivaron que Estados Unidos tomará la decisión de reforzar su apoyo al gobierno del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, acusado por la mayoría sunita de marginarlos como comunidad y acaparar el poder, lo que ha desencadenado una ola de violencia sectaria en el país, que en 2013 causó la muerte de 8.868 personas -7.818 civiles- según la Misión de Asistencia de la ONU en Irak. “Vamos a hacer todo lo posible para ayudarlos (...). Obviamente no estamos contemplando regresar o enviar efectivos sobre el terreno. Esta es su lucha y vamos a ayudarlos en su lucha”, dijo Kerry.
Pero la renovada fuerza de la amenaza yihadista parece haberse encontrado con una piedra de tope en algunos sectores de Siria. Según el diario The Washington Post, el EILL ha sufrido desde el viernes una rebelión por parte de los mismos insurgentes sirios que ha respondido negativamente ante el autoritarismo y la brutalidad ejercida por el grupo vinculado a Al Qaeda. Los enfrentamientos se han concentrado en las provincias sirias de Alepo y Idilib, reconocidas por ser las primeras zonas que lograron expulsar a las fuerzas del régimen de Bashar Assad. Fenómeno que también se ha repetido en la provincia iraquí de Al Anbar, en donde combatientes tribales sunitas han sido apoyados por el Ejército iraquí para expulsar a los rebeldes ligados a Al Qaeda. De acuerdo con The New York Times, la lealtad de los combatientes tribales estará mientras el gobierno sea percibido como el menor de los males. En este clima, Kerry dijo que Irán podría “contribuir desde los márgenes” a lograr el fin del conflicto sirio.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Bernardina Spila
FUENTE: La Tercera