Al pronunciar el discurso de apertura ante jefes de Estado, de Gobierno y otras personalidades de los 33 países de la Celac, el mandatario cubano señaló que ese espacio debe permitir avanzar hacia el logro de la paz y el respeto entre las naciones. Un marco, prosiguió, en el que seamos capaces de superar los obstáculos objetivos y aquellos que intencionadamente se nos impongan, en que podamos utilizar los recursos de manera soberana y para el bienestar común. En ese sentido, abogó por poner las capacidades científicas y técnicas en función del progreso de los pueblos, hacer valer principios irrenunciables como autodeterminación, soberanía e igualdad soberana de los Estados.
Raúl Castro subrayó que la presidencia pro témpore cubana de la Celac, la cual cederá mañana a Costa Rica, se dirigió a cumplir ese objetivo, de ahí que el tema central de la reunión de mandatarios sea la lucha contra la pobreza, el hambre y la desigualdad. Debemos establecer un nuevo paradigma de cooperación regional e internacional, puntualizó al indicar que en el marco de la Celac existe la posibilidad de constituir un modelo propio adaptado a las realidades de los países, basado en los principios del beneficio común y la solidaridad.
Apoyado en datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el mandatario reconoció avances en la región, pero lamentó que han sido lentos, fragmentados e inestables. La tasa de pobreza en esta región alcanzó en 2012, como mínimo, un 28,2 por ciento de la población, o sea, 164 millones de personas, y la de indigencia o pobreza extrema, el 11,3 por ciento, lo que equivale a 66 millones de habitantes de la región. Sin embargo, mencionó como lo más preocupante que la pobreza infantil afecta a 70,5 millones de niños y adolescentes, de los cuales 23,3 millones viven en la pobreza extrema. El 10 por ciento más rico de la población latinoamericana recibe el 32 por ciento de los ingresos totales, mientras que el 40 por ciento más pobre recibe sólo el 15 por ciento, remarcó el jefe de Estado cubano ante el plenario de la II cumbre de la Celac.
Los pueblos de la región, puntualizó Raúl Castro, demandan y requieren una mejor distribución de las riquezas y los ingresos, el acceso universal y gratuito a una educación de calidad, el pleno empleo, mejores salarios y la erradicación del analfabetismo. Asimismo, esperan lograr el establecimiento de una verdadera seguridad alimentaria, sistemas de salud para la totalidad de la población, derecho a una vivienda digna, agua potable y saneamiento.
El presidente cubano alertó que todos esos objetivos son alcanzables y en el marco de la Celac existen todas las condiciones para revertir la situación actual, pues sus grandes riquezas naturales deben convertirse en motor para la eliminación de las desigualdades. "Nuestro imperativo y desafío es ser capaces de transformar ese capital natural en capital humano, infraestructura económica y diversificación de la base productiva y exportadora", a fin de contribuir de modo decisivo a un verdadero proceso de desarrollo, indicó.
FUENTE: Prensa Latina