Se recrudece la guerra civil en Irak. Los insurgentes yihadistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) avanzan por el norte del país ocupando cada vez más terreno y venciendo a las fuerzas gubernamentales. El peligro que supone esta ofensiva ha disparado las alarmas de todos los países de la zona, que, incluso desde posicines antagónicas, muestran todos una fuerte preocupación ante el poderío de esta insurgencia, la más radicalizada y sanguinaria que hay sobre el terreno y que crece en paralelo en Irak y Siria.
El Estado Islámico de Irak y el Levante ha logrado múltiples avances en Irak en los últimos días, llegando a hacerse con el control de Mosul, la segunda ciudad de mayor importancia del país, y avanzando rápidamente hacia el sur del país, tomando incluso varias ciudades ubicadas en los alrededores de la capital, Bagdad.
El Estado Islámico de Irak y el Levante ha logrado múltiples avances en Irak en los últimos días, llegando a hacerse con el control de Mosul, la segunda ciudad de mayor importancia del país, y avanzando rápidamente hacia el sur del país, tomando incluso varias ciudades ubicadas en los alrededores de la capital, Bagdad.
El presidente iraní, Hasan Rohaní, anunció este miércoles que Irán hará todo lo necesario para proteger los santuarios de Irak frente a los yihadistas. "Anunciamos a todas las súper potencias y a los asesinos mercenarios y a los terroristas que el gran pueblo de Irán no escatimará ningún esfuerzo para proteger la grandeza de los santuarios sagrados en Karbala, Nayaf, Kadhimiya y Samarra", anunció Rohaní en un discurso dirigido al pueblo. Sin embargo, aseguró que los iraquíes pueden resolver el problema. "Yo le digo al querido pueblo iraní que los veteranos chií y suní y kurdos son abundantes en todo Irak y están dispuestos para hacer sacrificios y estos grupos terroristas y sus partidarios no son nada frente a la voluntad del gran pueblo iraquí y musulmán de esa tierra", dijo Rohaní.
El sábado Rohaní anunció que su país está dispuesto a ayudar a Irak si Bagdad se lo pide, pero que no enviará tropas para enfrentarse con los insurgentes. Y también acusó a "algunos países de la región, los extranjeros y los occidentales" por apoyar a estos yihadistas. "Desgraciadamente algunos países de la región les otorgan ayudas financieras y algunas les otorgan ayudas armamentísticas, aunque existen otros países poderosos, especialmente los occidentales, que los ayudan de alguna manera en términos políticos, de publicidad, financieros y armamentísticos", dijo Rohaní. Irán también ha anunciado su oposición a cualquier intervención militar de Estados Unidos en Irak.
El ministro saudí de Asuntos Exteriores, Saud al Faisal, advirtió contra una guerra civil en Irak que tendría "consecuencias impredecibles para toda la región". "La crisis siria ayudó a profundizar las tensiones internas en Irak", señaló, asegurando que su país rechaza la intervención extranjera en los asuntos de otros países. El Gobierno iraquí denunció sin embargo que las críticas vertidas por Riad suponían "una grave interferencia en los asuntos internos de Irak y un respaldo al terrorismo". Esto se dio en respuesta a las declaraciones de las autoridades saudíes de un día antes, cuando afirmaron que el actual conflicto iraquí es consecuencia de las políticas sectarias practicadas por el primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki.
Paralelamente, el jefe del Estado Mayor Conjunto de Jordania, Mashal al Zaben, ha subrayado este martes que el Ejército jordano "no escatimará esfuerzos para hacer frente a cualquier amenaza a su seguridad nacional", tras el refuerzo militar en la frontera con Irak ante los avances del Estado Islámico de Irak y el Levante. El lunes, el Ejército habría duplicó su presencia en los 180 kilómetros de frontera que comparten ambos países. Fuentes militares han indicado que la situación es de "máxima alerta" en la zona.
Por otra parte, fuentes islamistas jordanas han asegurado que el Estado Islámico de Irak y el Levante está planificando su "expansión" a Jordania, en el marco de la cual ha procedido a abrir una oficina "no oficial" en el país para intentar expandir su "califato". A pesar de que su presencia ha tenido un perfil bajo en los últimos meses, alrededor de 800 jordanos combaten en las filas de esta milicia, que hasta el momento ha rechazado abrir una oficina en Jordania a causa de sus disputas con la organización terrorista Al Qaeda, a la que está vinculado.
FUENTE: Público