¿QUÉ OCURRE EN GAZA?
La crisis en Gaza tiene como telón de fondo el fracaso de las negociaciones de paz entre palestinos e israelíes, ya que este Israel dio por concluidas tras el pacto de reconciliación llevado a cabo entre Hamás y Al Fatah en abril de este año. Gaza es gobernado por Hamas, considerado un grupo terrorista por el gobierno isrealí y algunos países occidentales, mientras que Al Fatah lidera el gobierno de Cisjordania y la Autoridad Nacional Palestina.
No obstante, el hecho inmediato que estimuló al gobierno israelí a iniciar, en julio de 2014, la operación “Margen Protector” en la Franja de Gaza fue la aparición de tres jóvenes israelíes sin vida en la región de Cisjordania. Sin pruebas contundentes, Hamás es acusado de dichos crímenes. En medio de un clima de animadversión por parte de los ultranacionalistas judíos hacia dicho grupo, Netanyahu optó por ignorar los causes internos previstos por el derecho penal de cualquier estado para poder obtener justicia ante casos de homicidio, y alegó la legítima defensa para iniciar la mayor ofensiva hacia Gaza desde la Operación Pilar Defensivo de 2012. El objetivo principal era destruir los arsenales de cohetes y los túneles utilizados por el grupo para realizar incursiones a Israel. Sin embargo, en la práctica, los militares israelitas al haber efectuado un ataque indiscriminado, además de arremeter contra hospitales y escuelas, dieron en el blanco a muchos civiles, la mayoría niños.
Esta operación fue cuestionada por ciertos medios de comunicación internacionales, por parte de la sociedad civil mundial y por varios estados porque violaba el derecho internacional humanitario en los tiempos de guerra, y algunos, calificaron a la operación como un genocidio, teniendo en cuenta la definición dada por el Estatuto de la Corte Penal Internacional, refiriéndose a cualquiera de los actos perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso.
¿QUÉ OCURRE EN IRAK?
La violencia en Irak entre suníes y chiíes es constante desde la fracasada invasión liderada por George W. Bush en 2003 para instaurar la democracia. Desde 2006, con el gobierno de Nuri al Maliki, la tensión aumentó debido a que éste es acusado por la minoría suní de practicar discriminación hacia ellos en una población donde son mayoría
La relación de Washington con Israel ha sido históricamente prioritaria en la región de Medio Oriente, hecho que no se modificó con el gobierno de Barack Obama. Este le provee de generosa asistencia económica y de tecnología militar, incluyendo el sistema antimisiles Domo de Hierro.
Sin embargo, el conflicto cobra un nuevo impulso cuando en junio de este año un grupo rebelde escindido de Al Qaeda llamado EIIL(Estado Islámico de Irak y el Levante o ISIS por sus siglas en inglés) se hizo con el control de Mosul, la tercera ciudad más grande de Irak y la más importante de su zona norte, y avanzó hacia Bagdad y los santuarios chiíes de Kerbala y Nayaf. Este grupo sunita es adversario del gobierno central de Irak que es chiita, siendo ambas las dos grandes vertientes del Islam.
El objetivo del EIIL es construir un estado islámico con la interpretación que ellos tienen del mismo en los territorios de Turquía, Siria e Irak haciendo caso omiso a las fronteras establecidas por británicos y franceses tras la desintegración del Imperio Otomano en el siglo XX. A finales de ese mismo mes, el EIIL anunció la instauración de un califato en el territorio que controla, y autoproclamó califa a Abu Bakr al Bagdadi. Desde entonces, los extremistas han ido imponiendo su interpretación radical de la ley islámica, especialmente en Mosul.
Según informes Naciones Unidas para los Refugiados, 600.000 iraquíes han sido desplazados a causa de la ofensiva de los militantes suníes, entre ellos chiitas y cristianos amenazados de muerte. Asimismo, la situación de las mujeres es desesperante. Existen acusaciones de que las adolescentes y las mujeres jóvenes son sometidas a violaciones o matrimonios forzados con los combatientes. Otras son vendidas como esclavas
¿QUÉ PAPEL JUEGA EEUU?
En ambos conflictos es plausible de observarse una similitud y una diferencia. La primera, refiere a que tanto en Gaza como en Irak estamos ante casos de matanzas sistemáticas de poblaciones perseguidas por motivos étnicos o religiosos. Y la segunda, refiere a que en uno los que la realizan son aliados de EEUU y en otros son sus enemigos.
La relación de Washington con Israel ha sido históricamente prioritaria en la región de Medio Oriente, hecho que no se modificó con el gobierno de Barack Obama. Este le provee de generosa asistencia económica y de tecnología militar, incluyendo el sistema antimisiles Domo de Hierro. La animosidad de EEUU con EIIL es compartida por gran parte de la comunidad internacional, es más, ni siquiera Al Qaeda lo apoya por su extremismo.
Según informes Naciones Unidas para los Refugiados, 600.000 iraquíes han sido desplazados a causa de la ofensiva de los militantes suníes, entre ellos chiitas y cristianos amenazados de muerte.
Refiriéndonos específicamente al conflicto de Gaza, observamos que hubo desencuentros con Israel, entre los que encontramos las palabras del portavoz de la Administración Obama quien dijo que EE UU estaba “horrorizado” por el bombardeo de una escuela de la ONU en Gaza. También, las críticas de Israel hacia el Secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, quien fue acusado de complicidad con los enemigos por proponer una negociación con Turquía y Qatar, próximos a Hamás.
A pesar de estas tensiones y de la presión de la comunidad internacional, Obama, al igual que Clinton o Bush, no ha presionado seriamente a Israel para permitir que los palestinos tengan su propio Estado, y tampoco ha amenazado con condicionar el apoyo de EEUU a acabar la ocupación. La alianza no se rompió a pesar de las rispideces, lo que se observa en las declaraciones del presidente demócrata en las que respaldó el derecho de Israel de defenderse de los ataques de Hamás, al mismo tiempo que condenó el lanzamiento de cohetes desde Gaza.
La animosidad de EEUU con EIIL es compartida por gran parte de la comunidad internacional, es más, ni siquiera Al Qaeda lo apoya por su extremismo.
El gobierno de Obama en repetidas oportunidades anunció estar preparado para facilitar el cese de hostilidades y mostró una preocupación por su culminación. John Kerry buscó mediar en el conflicto y hasta intentó involucrar a Qatar y a Turquía. Los esfuerzos culminaron con una iniciativa presentada en una rueda de prensa en El Cairo por los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, y de Egipto, Sameh Shukri, y por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.Negociada y aceptada por ambos bandos, estipula no sólo el cese de la violencia, sino también la apertura de las fronteras entre Israel y la Franja para el envío de materiales de construcción y ayuda humanitaria.
Por otro lado, en el conflicto en Irak observamos que el presidente Obama decide aprobar ataques aéreos selectivos sobre blancos del EIIL después de que se conociera que ese grupo extremista tomó control de más territorio en el norte de ese país.Esto lo realizó sin mandato de Naciones Unidas y apelando a los mismos argumentos humanitarios que hizo caso omiso cuando apoyó a Israel en Gaza. El objetivo previsto era no sólo la defensa de su consulado en Erbil y la embajada en Bagdad sino también al rescate de los pueblos amenazados para evitar una masacre y un posible acto de genocidio.
Es dudoso que el argumento humanitario sea el motivo real de los bombardeos al EIIL. Algunos analistas encuentran el motivo en la búsqueda por desviar las críticas internacionales a su aliado Israel y focalizarlas en el accionar del EIIL. Sea para desviar la atención sobre Gaza o no, se observa claramente que EEUU tiene una vara para relacionarse con sus aliados y otra, muy diferente, para los que considera amenazas, aún cuando ambos realicen exterminios de poblaciones.
(*) Analista Internacional de la Fundación Para la Integración Federal