El corredor gasístico sur de la Unión Europea, también conocido como Trans-Adriático, es un proyecto consistente en la construcción de un oleoducto que permita abastecer a Europa de gas natural procedente del Mar Caspio, sin la necesidad de que pase por territorio ruso. La tubería atravesará el norte de Grecia y Albania y mandará el combustible a Italia, país en el que la nueva infraestructura se acoplará a la red europea existente. El pasado mes de febrero, el proyecto comenzó a tambalearse después del anuncio que hicieran el gigante energético alemán Eon y el grupo francés Total, quienes comunicaron sus intenciones de desvincularse de la iniciativa y, por tanto, de la consiguiente financiación.
La tubería atravesará el norte de Grecia y Albania y mandará el combustible a Italia, país en el que la nueva infraestructura se acoplará a la red europea existente.
Pero ahora hay un nuevo inversor interesado en el TAP: Enagás, uno de los mayores proveedores de este tipo de combustible en España, que se haría cargo de la mayor parte de las acciones de Eon. Asimismo, el gigante británico BP, la noruega Statoil y la compañía estatal azerbaiyana Socar mantendrían su interés en el oleoducto haciéndose con una participación del 20 por ciento cada una.
“Lamentamos, por supuesto, que Eon y Total hayan decidido desvincularse del proyecto, pero cada empresa debe mirar por sus intereses y calibrar si la inversión se ajusta a su cartera”, aclara el director comercial de TAP, Lutz Landwehr, en una entrevista con DW. De todas formas, Enagás es un referente y aportará experiencia adquirida en los años de actividad en el mercado español. Además, según el director alemán, este cambio de accionistas va a aportar un valor añadido al proyecto TAP.
El pasado 1 de octubre en Atenas, en la conferencia energética “Petróleo y gas en los Balcanes y el Adriático”, Landwehr aseguró que las inversiones previas, como por ejemplo las vías de acceso, se pondrán en marcha en 2015. Las primeras entregas de más de un billón de metros cúbicos de gas azerbaiyano, sin embargo, no se esperan hasta principios de 2020. A partir de ese momento, el oleoducto Trans-Adriático debería garantizar hasta el 20 por ciento de las necesidades de gas de Europa.
RELEVAMIENTO Y EDICION: Maria Belen Serra
FUENTE: DW