También la ronera Bacardí, AT&T, Verizon y la cadena Hilton se encuentran entre las empresas estadounidenses que -con mayor o menor prudencia- favorecen el reacercamiento de Cuba con los Estados Unidos anunciado ayer de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama.
"Las noticias procedentes de Washington son muy alentadoras", dijo un portavoz de la General Motors. "Con seguridad analizaremos todas las posibilidades que se den".
Con igual espíritu, un portavoz del fabricante de maquinaria para la construcción Caterpillar declaró al diario de negocios Wall Street Journal que su empresa apuesta desde hace 15 años por un cambio en las relaciones con Cuba. "Cuba necesita todo lo que producimos en Estados Unidos", resumió.
Más cautela mostró la antigua ronera cubana Bacardí, que se mudó a Puerto Rico en 1960 y mantuvo un largo conflicto judicial con el gobierno de La Habana por el uso de la marca.
Para la destilería, el cambio en las relaciones diplomáticas es especialmente significativo, pero agrega a través de una representante que "tenemos que esperar y ver qué efectos tiene todo esto", reseñó la agencia DPA.
En el futuro, por ejemplo, Estados Unidos autorizará la exportación de materiales para la construcción o de equipamientos para empresas privadas como restaurantes, peluquerías o granjas.
El Journal agrega que empresas telefónicas como AT&T o Verizon, o de hotelería como Hilton están preparadas para invertir en la isla. Además, las compañías aéreas estadounidenses se preparan ya desde hace años para un cambio en las relaciones con la mayor de las Antillas, por ejemplo, aprovechando las pocas excepciones que permite el bloqueo.
American Airlines vuela desde hace 15 años veinte veces por semana a la isla para llevar a estadounidenses de origen cubano, cooperantes o periodistas.
El tráfico aéreo, sin embargo, seguirá manteniendo la reglamentación estricta y los viajeros comerciales aún deberán esperar porque Estados Unidos espera utilizar las relaciones económicas para imponer medidas a Cuba que en rigor corresponden a cuestiones de su soberanía estricta.
La ampliación de las relaciones económicas apunta a fortalecer los derechos humanos en Cuba, dijo la secretaria de Comercio estadounidense, Penny Pritzker, por lo cual no se espera que, en principio, la mejoría en las relaciones diplomáticas tenga grandes efectos comerciales inmediatos.
Por lo demás, solo el Congreso estadounidense puede eliminar el bloqueo y por lo tanto sigue prohibido el intercambio comercial con la isla del Caribe.
Importantes líderes republicanos ya criticaron duramente la decisión de reiniciar relaciones.
En el futuro, por ejemplo, Estados Unidos autorizará la exportación de materiales para la construcción o de equipamientos para empresas privadas como restaurantes, peluquerías o granjas.
FUENTE: Télam