Fue la primera vez que Egipto confirma el lanzamiento de ataques aéreos contra el grupo en la vecina Libia y la decisión mostró que el presidente Abdel Fattah al-Sisi está listo para expandir sus acciones contra la militancia islamista más allá de las fronteras egipcias.
Egipto dijo que el ataque al amanecer, en el que también participó la Fuerza Aérea libia, alcanzó campamentos de Estado Islámico, sitios de entrenamiento y áreas de almacenamiento de armas en Libia, donde un conflicto civil ha sumido al país casi en la anarquía y ha creado refugios para militantes. Un comandante de la Fuerza Aérea libia dijo que entre 40 y 50 militantes murieron en el ataque.
"Hay bajas entre individuos, municiones y centros de comunicación (de Estado Islámico)", dijo Saqer al-Joroushi a la televisión egipcia. "Hoy y mañana se realizarán más ataques aéreos en coordinación con Egipto", agregó.
Un comandante de la Fuerza Aérea libia dijo que entre 40 y 50 militantes murieron en el ataque.
Los 21 cristianos coptos egipcios, que habían viajado a Libia en búsqueda de empleo, fueron llevados a una playa, forzados a arrodillarse y posteriormente decapitados en el video emitido en un sitio web que respalda a Estado Islámico.
Antes de la matanza, un militante tomó un cuchillo en su mano y dijo: "La seguridad para ustedes, cruzados, es algo que sólo pueden desear".
El Papa cristiano copto de Egipto fue una de las figuras públicas que respaldó a Sisi cuando, en su calidad de jefe del Ejército, derrocó al presidente islamista Mohamed Mursi en 2013 tras manifestaciones masivas en su contra.
Las decapitaciones podrían aumentar la presión sobre Sisi para que muestre que está en control de la seguridad de Egipto, pese a que ya ha realizado avances contra insurgentes militantes islamistas en el Sinaí.
Egipto ha estado tratando de proteger una imagen de estabilidad antes de una conferencia de inversiones en marzo en la ciudad turística de Sharm el-Sheikh, en el Mar Rojo, que tiene por objetivo atraer miles de millones de dólares a una economía golpeada por la agitación desde el levantamiento del 2011.
"Esto permite a Sisi lucir muy fuerte, mostrando a sus ciudadanos que Egipto está proyectando poder en la región. Ayuda en cierto modo a mitigar otros temas", comentó el analista de Oriente Medio en Stratfor, Kamran Bokhari.
Sisi, que ha llamado a un esfuerzo global para erradicar a los militantes, considera que los grupos radicales en Libia son una gran amenaza para la seguridad de su país.
El presidente de Francia, François Hollande, dijo el lunes que él y Sisi quieren que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas discuta el tema de Libia y tome nuevas medidas contra Estado Islámico, cuya influencia se ha propagado rápidamente desde su base original en Siria.
Egipto, el país más poblado del Mundo Árabe, no ha participado directamente en los ataques aéreos liderados por Estados Unidos contra bastiones de Estado Islámico en Irak y Siria, y más bien se ha enfocado en la insurgencia cada vez más compleja dentro de su propio territorio.
RELEVAMIENTO Y EDICION: Maria Belen Serra
FUENTE: Reuters