En tanto, la Unión Europea urgió a Israel a que dé marcha atrás en su decisión de levantar nuevos asentamientos judíos en Cisjordania y Jerusalén Este, al tiempo que la Organización para la Liberación de Palestina condenó "la loca escalada de colonización llevada a cabo por un gobierno extremista".
"Después de consultas en la Oficina del Primer Ministro se aprobó la edificación inmediata de 300 viviendas en Bet El, cuya construcción fue prometida hace tres años por el Gobierno de Israel a raíz del traslado de inmuebles de (la colonia) en la colina de Ulpana", dice un comunicado oficial del Gobierno israelí.
La construcción fue prometida hace tres años por el Gobierno de Israel a raíz del traslado de inmuebles.
Netanyahu dio la orden de poner a la venta otras 91 viviendas ya construidas en la colonia de Pisgat Zeev (barrio del norte de Jerusalén), y la planificación de otras 24 en el mismo emplazamiento, 330 en Ramot, 70 en Guilo, 19 en Har Homa, todos ellos en el territorio palestino ocupado de Jerusalén Este.
La decisión del gobierno se produce tras un fallo judicial que hoy obligó al Gobierno a demoler dos edificios con 24 viviendas en una parcela dentro del perímetro del asentamiento pero que es de propiedad privada palestina y para la que el Gobierno había pedido la legalización retroactiva.
Los jueces rechazaron el recurso de los colonos, que había sido apoyado por el Gobierno, y sentenciaron que debían ser demolidos de forma inmediata.
El veredicto desató una ola de indignación e ira entre los colonos que se enfrentaron con la Policía cuando una excavadora comenzó a demoler el primero de los edificios, informan varios medios locales.
Los manifestantes arrojaron piedras, mesas y todo tipo de objetos contundentes al alcance de la mano a los operarios y a los agentes de policía que custodiaban el lugar, en una ola de violencia sin precedentes desde hace años.
En tanto que la senadora demócrata estadounidense Dianne Feinstein, quien preside la Comisión de Inteligencia del Senado, urgió por nota a Netanyahu que impida la demolición de la aldea palestina de Susya, en Cisjordania, reveló hoy el diario israelí Haaretz.
"La demolición de hogares palestinos, el desplazamiento de quienes viven en ellos, y la toma de más territorio palestino en Cisjordania aleja la paz", afirmó la legisladora, quien agregó que "para reservarle tierras a un futuro estado palestino su gobierno no tiene que destruir Susya".
"Temo que desarraigar a los habitantes de Susya a la vista del mundo entero lo único que logrará es aislar más aún a Israel, aumentar la tensión con los palestinos y provocar violencia innecesaria", añadió Feinstein para terminar exigiéndole a Netanyahu que se abstenga de toda "acción provocativa o incendiaria".
Por su parte, mediante un comunicado el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) de la UE le exigió hoy a Israel a que dé marcha atrás en su decisión de levantar nuevos asentamientos judíos en Cisjordania y Jerusalén Este.
La UE le exigió hoy a Israel a que dé marcha atrás en su decisión
"Instamos al Gobierno de Israel a revertir urgentemente sus recientes decisiones y a poner fin a la expansión de asentamientos".
El bloque comunitario considera que esta expansión pondría en riesgo la aplicación práctica de la solución de dos Estados y espera que el Gobierno israelí demuestre su compromiso "no sólo con palabras, sino también a través de sus acciones".
"Los asentamientos son ilegales según el derecho internacional", recordó el SEAE, que incidió en que "la UE reitera su firme compromiso de velar por el cumplimiento del derecho internacional, como piedra angular de la paz y la seguridad".
La Unión se opone firmemente a la política y las medidas adoptadas en este contexto, como la construcción del muro de separación, demoliciones, confiscaciones, desahucios, traslados forzosos, puestos de avanzada ilegales, así como la violencia y las restricciones de circulación y acceso, agregó el texto.
Mientras que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) denunció "un plan de los dirigentes israelíes para imponer un 'Gran Israel' sobre la histórica Palestina para destruir la solución de dos Estados y las posibilidades de alcanzar la paz", según afirmó el dirigentes de la organización Hanane Achraoui a la cadena France 24.
Cerca de 400.000 colonos israelíes viven actualmente en la ocupada Cisjordania y casi 200.000 israelíes viven en los diferentes barrios de Jerusalem Este.
La comunidad internacional considera ilegal la colonización para instalar asentamientos en los territorios ocupados o anexados por Israel desde 1967 y sostiene que este es el principal escollo para alcanzar un proceso de paz.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Esteban Agustín Covelli
FUENTE: Télam