El Partido Popular (PP) consiguió este domingo un valioso triunfo que refuerza a Mariano Rajoy al revalidar su mayoría absoluta en Galicia, mientras los nacionalistas extendieron su hegemonía en el País Vasco y los socialistas retrocedieron en ambas regiones, en una doble cita electoral que no parece haber allanado el camino para la formación de gobierno en España. El actual presidente de la Xunta (gobierno gallego) y candidato a la reelección por el PP, Alberto Núñez Feijóo, firmó su tercera mayoría absoluta consecutiva tras las de 2009 y 2012 con 47,57% de los votos y 41 diputados, uno más que hace cuatro años, escrutada casi la totalidad de los votos.
Feijóo, llamado a suceder a Rajoy en el liderazgo del PP, se consagra así como el líder territorial por excelencia de los conservadores, habiendo cosechado su éxito en los nuevos tiempos de fin del bipartidismo gracias a su capacidad para distanciarse de la corrupción de su partido con un discurso regenerador y vendiendo su propia gestión. "Voy a seguir hasta 2020; pedí la confianza de mi pueblo porque estoy convencido de que el proyecto que voy a empezar mañana es el de la mayoría de los gallegos; Galicia es hoy una excepción en la política española", aseguró Feijóo al celebrar su victoria.
El dirigente del PP envió un mensaje en clave nacional para que los españoles tomen nota. A partir de hoy, en Galicia "no habrá bloqueo, ni líneas rojas, ni parálisis". Esta victoria del PP en su feudo histórico y tierra natal de Rajoy, afianza al máximo líder de los conservadores de cara a la que puede ser su última oportunidad de formar gobierno y evitar la celebración de las terceras elecciones generales en un año. No se pueden esperar por lo tanto un cambio en el rumbo que tomó Rajoy, quien tras fracasar en su intento de investidura a principios de septiembre se mostró dispuesto a volver a negociar con el Partido Socialista (PSOE) de Pedro Sánchez su paso del "no" a la abstención. En cambio, el líder socialista, que se mantiene firme en su negativa, tendrá más difícil sostener su posición luego de haber cosechado los peores resultados histórico del PSOE tanto en Galicia como en el País Vasco, donde caen de 18 a 14 escaños y de 16 a 9, respectivamente y se dejan más de 130.000 votos.
En tierras gallegas, En Marea, la coalición de izquierda en la que está integrada Podemos, consiguió en sus primeras elecciones regionales superarlos en votos con 19% de los apoyos, frente al 17,8% de los socialistas, aunque ambas fuerzas quedaron igualadas en 14 escaños. No obstante, está en juego un diputado en Ourense que se disputan socialistas y "populares" y que podría permitir al PSOE quedar arriba de la coalición de izquierda, según el Secretario de Organización de los socialistas, Cesar Luena, encargado de valorar los resultados negativos en nombre de la dirección nacional.
En el País Vasco, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) del actual lehendakari (jefe de gobierno) Iñigo Urkullu, consiguió una amplia victoria con 37,65% de los votos y 29 escaños, dos más de los que tenía, pero no alcanzó la mayoría absoluta, con lo que tendrá que pactar con otros partidos para gobernar, algo habitual desde 2001. "Sabemos que necesitaremos el apoyo de otras fuerzas; ahora nos corresponde llevar a cabo nuestras ideas a través del diálogo y la cooperación", afirmó Urkullu al valorar los resultados. Según destacó, su intención es formar un gobierno "fuerte y estable" y su compromiso es "garantizar la convivencia social y política en Euskadi". También reiteró su compromiso de conseguir "un nuevo acuerdo con el Estado de igual a igual", una vía de pacto que contrasta con el desafió secesionista de Cataluña, una de las claves de su victoria.
Pero en las segundas elecciones sin ETA -que anunció el fin de la violencia hace cinco años- los independentista de EH Bildu resistieron en la segunda posición con 21,23% de los votos y 17 diputados, frente a la fuerte irrupción de Podemos, que se convirtió en la tercera fuerza política de Euskadi con 14,8% de los votos y 11 diputados, a costa de los socialistas. "Somos la primera fuerza de ámbito estatal en Euskadi y la primera fuerza de oposición en Galicia. Nuestro país ya no se entiende sin Unidos Podemos", celebró el líder de Podemos, Pablo Iglesias, con un mensaje de Twitter.
Los socialistas retroceden así hasta al cuarto puesto con 11,9% de los votos y 9 diputados, los mismos que el PP, que obtiene 10,8% de los votos, y queda como quinta y última fuerza de la Cámara, aunque prácticamente no pierde apoyos. En tanto, los liberales de Ciudadanos se quedaron afuera tanto del parlamento vasco como el gallego, donde su discurso anti-corrupción no tiene tanta penetración. El "sorpasso" (adelantamiento) de En Marea a los socialista en Galicia en votos y en el País Vasco en votos y escaños, supone un golpe para Sánchez en dos territorios aliados en su plan para desbancar a Rajoy del poder con un último intento por forjar un gobierno alternativo con apoyo de Podemos y Ciudadanos. No obstante, el líder del PSOE se muestra firme en su estrategia, de ahí que se dispone a reunir a su Comité Federal para dar batalla primero con los suyos a la vez que seguirá intentando el difícil pacto con los izquierdistas y los liberales.
La posibilidad de que Urkullu opte por apoyarse en los socialistas para gobernar, como ha sido en los últimos años, es una de los argumentos que tiene a su favor, ya que de esa forma seguirán siendo decisivos en el País Vasco. Además, el claro triunfo del PNV no hace necesario que recurra también al PP, aunque tampoco se puede descartar que Urkullu finalmente decida respaldar a Rajoy en Madrid, y respaldar su reelección en busca de estabilidad.
"Lo que ha quedado claro es que los españoles, gallegos y vascos, han apostado por la seguridad, la estabilidad y gobiernos que le den confianza, y han penalizado a los que generan bloqueo institucional y para su país. Todos deberíamos sacar conclusiones. Algunos en una medida importante", aseguró la "número dos" del PP, María Dolores de Cospedal.
FUENTE: Télam
RELEVO Y EDICIÓN: Joel Hernán González