Venezuela está cada vez más cerca de quedar fuera del Mercosur. Tras una reunión en Buenos Aires, el argentino Mauricio Macri y su par uruguayo, Tabaré Vázquez, confirmaron que el bloque se reunirá “en los próximos días” para analizar la última escalada entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición. La decisión de Caracas de suspender la preparación de un referendo revocatorio del mandato presidencial y el llamado del Parlamento, dominado por el antichavismo, a la “rebelión popular” es ya una amenaza regional. Vázquez dijo que el tema Venezuela será tratado cuanto antes. Macri fue un poco más allá y advirtió que hay motivos suficientes para aplicar la carta democrática del Mercosur. "En estos términos Venezuela no puede ser parte del Mercosur", advirtió Macri.
"Estamos ambos preocupados por cómo han ido escalando las cosas y lo mal que están. La declaración del Congreso [de Venezuela] ha sido contundente, esto nos acerca cada vez más a confirmar que Venezuela en estos términos no puede ser parte del Mercosur. Existen las condiciones dadas para exigir la cláusula democrática”, dijo Macri. Antes, Tabaré fue fiel a la posición que ha mantenido Uruguay desde que decidió ceder la presidencia pro tempore del bloque a Caracas, como le correspondía por orden alfabético, en medio del rechazo del resto de los socios. Más moderado que su anfitrión, dijo que “el Mercosur se tiene que reunir y Uruguay estará en esa reunión”. “Personalmente siempre hemos defendido el derecho soberano de los pueblos a manifestarse, el derecho a decir lo que piensa y a ser respetado en sus voluntades. Con este posicionamiento discutiremos el tema Venezuela en una reunión que se fije en los próximos días”, dijo el presidente uruguayo.
Lo cierto es que el tiempo corre rápido contra Maduro desde que Argentina, Uruguay Brasil, y Paraguay conminaron al gobierno bolivariano a cumplir antes del 1 de diciembre con las obligaciones comerciales del bloque. Venezuela se adhirió al Mercosur en 2006 y desde 2012 es miembro pleno. A cambio se comprometió a adaptar sus normativas en un plazo de cuatro años, sobre todo las referidas al arancel externo común, cosa que no ha hecho. La demora venezolana fue la puerta que encontraron los socios para desplazar a Caracas de la presidencia pro tempore,en medio del deterioro de las condiciones democráticas en Venezuela. Paraguay y Brasil lideraron el grupo más proclive a la expulsión de Venezuela, mientras que Argentina y Uruguay sostuvieron posiciones más moderadas. La creciente tensión política de los últimos días entre Maduro y la oposición ha terminado por decantar a los cuatro socios hacia estrategias más duras. Macri pidió incluso que Venezuela reciba "la condena de todas las naciones americanas y del mundo entero" porque "no se está respetando los derechos humanos".
La cuestión venezolana ocupó buena parte de la reunión de Macri y Vázquez en la residencia oficial del argentino en Olivos. Pero no fue el único tema. El giro político en Argentina supuso la reconstrucción de las relaciones bilaterales con Uruguay, luego de 11 años de agrias tensiones por la construcción de una planta de celulosa en la ciudad uruguaya de Fray Bentos, frente al río que separa la frontera. El kirchnerismo convirtió en asunto de Estado su oposición a la pastera y asumió la tesis de la contaminación de las aguas sostenida por las poblaciones ribereñas del lado argentino. Pero Macri decidió pasar página y en enero, semanas después de asumir, visitó a Vázquez. Ayer lo recibió en la su residencia oficial de Olivos “como a un amigo” en un encuentro casi sin protocolo, con un asado informal y una charla a solas.
Evidencia del nuevo diálogo ha sido la decisión de difundir los resultados del monitoreo ambiental del río Uruguay, donde descarga sus residuos la planta de Fray Bentos, hoy propiedad de la finlandesa UPM-Kymmene. Los estudios ambientales se iniciaron hace 5 años, pero las malas relaciones entre Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) y José Mujica (2010-2015) postergaron la publicación de los resultados. Ambos gobierno impulsan también la creación de un laboratorio binacional “para trabajar en los niveles de contaminación que existan en ambos lados del río para mejorar la calidad del agua, aire y medio ambiente", dijo Vázquez. La planta de Fray Bentos se construyó en 2007, durante la primera presidencia de Vázquez (2005-2010). Los vecinos de Gualeguaychú, frente a Fray Bentos del lado argentino, mantuvieron cerrado el puente internacional hasta 2010 con el apoyo tácito del gobierno argentino. El conflicto se reactivó en 2013 tras la autorización uruguaya a una nueva planta de celulosa. Hoy, Macri y Vázquez han decidido dar por superado el incidente.
FUENTE: El País
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Camila Abbondanzieri