Ordóñez comenzó diciendo que "Vizcarra anunció la disolución del Congreso, amparado en el artículo 234 de la Constitución, a cuento de que el Congreso le negó por segunda vez un proyecto de ley, o una "cuestión de confianza" en la jerga política peruana, en torno a la reforma en el nombramiento de jueces para el Tribunal Constitucional. Esto no es una cuestión meramente jurídica, sino que tiene todo un contexto político marcado por una disputa que se extiende desde el inicio de la administración Vizcarra, con lo cual lo que se está dirimiendo no es otra cosa que una sorda batalla por el poder entre el Presidente y el Congreso dominado por el fujimorismo, aliado con el Partido Aprista. Lo que se juega aquí no es poca cosa, puesto que el Tribunal Constitucional dirime las disputas entre Ejecutivo y Legislativo, en un momento en el cual estamos viendo los coletazos a todo nivel de las delaciones del ex presidente de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, que involucró a prácticamente toda la clase política peruana en funciones y termina entre otras cosas con Keiko Fujimori, la líder de Fuerza Popular, en prisión".
"El día de ayer, el Congreso negó esta reforma en el nombramiento de jueces para el Tribunal Constitucional, con lo cual Vizcarra disuelve el Congreso, e inmediatamente después este último elige dentro del propio hemiciclo a una nueva presidenta del Perú, suspendiendo a Vizcarra por un año. Esto implica que en este momento en Perú habría dos presidentes: uno constitucionalmente nombrado, como Martín Vizcarra, y otro nombrado por el Congreso, según el cual también fue nombrado constitucionalmente, como Mercedes Aráoz", agregó el analista del CEPI.
Emilio Ordóñez explicó además que "La lucha por el poder también se mide en símbolos. Han comenzado las movilizaciones en Perú en apoyo a Vizcarra, en las ciudades más importantes. Hay una foto que se ha viralizado en Twitter de Vizcarra acompañado por los altos mandos del ejército y de la Guardia Nacional, marcando su apoyo al orden constitucional. Se configura en los hechos una batalla en la cumbre del poder entre dos dirigentes que pertenecen a la centro derecha pero que en el último tiempo habían experimentado una serie de tensiones políticas, y también en esta pequeña rencilla política se mide el nivel de las tensiones políticas generales".
"Al día de hoy, no parece estar clara la situación en Perú. Los analistas hablan de un golpe parlamentario de Aráoz a Vizcarra. Éste ha desconocido la votación del Congreso que nombra a la presidenta provisional. Con lo cual, es un verdadero choque de poderes el que estamos viendo", reflexionó el internacionalista.
Ordóñez dijo también que "Esto forma parte del largo capítulo en el cual Odebrecht ha sido protagonista, que no sólo ha visto cómo Pedro Pablo Kuczynski debió renunciar tras sospechas bastante fundadas de corrupción, sino que también se ha visto el suicidio del ex presidente Alan García y la detención de Keiko Fujimori, dos veces contendiente a la presidencia del Perú. Esto marca un momento cúlmine de incertidumbre política, en momentos, además, en que la clase política cuenta con el mayor descrédito de su historia: el 8% de la población solamente, según las encuestas, apoya al Congreso. La iniciativa de adelanto de las elecciones, que fue el caballo de batalla de Vizcarra en los últimos meses, contaba con una aprobación del 80%".
"Hay que decir que Vizcarra gobernaba sin un apoyo mayoritario de un partido político. Se sustentaba en alianzas puntuales con otros partidos de forma tal de proponer batallas parlamentarias contra el fujimorismo. Esto es un dato muy importante porque, hoy por hoy, la fuerza con la que pueda contar Vizcarra justamente no va a provenir del Congreso sino de aquellos que apoyan sus iniciativas en la calle. A falta de apoyo político parlamentario prácticamente desde el inicio de su gestión, marcada por la renuncia de Kuczynski, ha tratado de fortalecerse mediante una agenda política reformista en materia de gobierno, como el adelanto de las elecciones y la iniciativa de prohibición de que los congresales reelijan sus cargos. Esto ha tenido muy buena acogida y justamente este tipo de cosas no han dejado de ser notadas por la oposición fujimorista, que se encuentra con su líder detenida y en un total descrédito, y por el Partido Aprista, que está reducido prácticamente a su mínima expresión histórica desde su fundación, si de representación parlamentaria hablamos", agregó Emilio Ordóñez.
Por último, el analista internacional del CEPI concluyó que "Hay un grado de incertidumbre política importante y ambos contendientes cuentan con elementos distintos para sustentar sus fuerzas. Es una incógnita cómo se va a resolver esto en los próximos días. Mercedes Aráoz ha dicho que convocará a un plenario de la OEA para comenzar un proceso de reconciliación, Vizcarra ha desconocido esta resolución del Congreso y se configura una batalla de poderes con un resultado incierto y en un período de muchísima convulsión política y social en Perú".