Rusia lanza un nuevo ataque contra Ucrania
Rusia lanzó una oleada masiva de misiles y drones el miércoles 25 diciembre impactando contra una central térmica y provocando que los ucranianos tuvieran que refugiarse en diferentes zonas urbanas. Este ataque dejó un muerto, al menos tres heridos y causó graves daños a la red eléctrica que suministra electricidad a todo el país.
Desde el inicio de la guerra en febrero de 2022, Rusia ya ha dañado en otras ocasiones la red eléctrica de Ucrania con bombardeos que provocan apagones.
Por esa razón, ha pedido a sus aliados que le suministren sistemas de defensa aéreos de mayor alcance con el fin de contrarrestar los ataques rusos contra su red energética.
A pesar de todo, el ejército ucraniano consiguió derribar al menos 50 misiles y un número significativo de drones, además el presidente ucraniano denunció el “ataque inhumano". Zelenski aseguró: “Putin eligió deliberadamente el día de Navidad para atacar. Más de 70 misiles, incluidos misiles balísticos, y más de un centenar de drones de ataque. El objetivo es nuestro sistema energético”.
Días antes, Vladimir Putin prometió aún más "destrucción" tras un ataque con drones contra edificios residenciales en la ciudad de Kazán, a mil kilómetros de la frontera ucraniana.
Algunos miembros del gobierno ucraniano aseguran que unos de los misiles rusos cruzó el espacio aéreo de Moldavia y Rumania, lo que demuestra que la amenaza rusa trasciende las fronteras de Ucrania.
Los ataques del miércoles se produjeron el día en que Ucrania, por segunda vez en su historia celebra el día de Navidad el 25 de diciembre, como en el resto del mundo occidental. Ya que anteriormente se festejaba el 7 de enero según el calendario juliano que rige en la Iglesia ortodoxa rusa. El cambio de fecha de Navidad fue oficializado en el año 2023 por una ley promulgada por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, para desafiar a Rusia.
Israel bombardea Yemen
Israel bombardeó la costa oeste y zonas del interior de Yemen en respuesta a los lanzamientos de misiles balísticos y drones a territorio israelí por parte de los rebeldes hutíes. El ataque fue contra infraestructuras utilizadas por los hutíes en el aeropuerto de Saná, las centrales energéticas de Hezyaz y Ras Kanatib y otras locaciones en los puertos de Hodeida, Salif y Ras Kanatib.
La justificación que utilizó el ejército israelí para semejante ataque fue que estos objetivos eran utilizados por los hutíes para el contrabando de armas iraníes en la región, así como puerta de entrada de altos cargos del régimen de Irán. Además, el Ejército acusó al grupo armado yemení de apoyarse en la financiación iraní y actuar como un agente de la república islámica, atacando barcos internacionales en los mares cercanos para desestabilizar la región.
Pese a estas graves acusaciones, los hutíes acusaron a Israel de atacar instalaciones de uso civil y causar la muerte a siete personas y más heridos.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores hutí, Gamal Amer, hizo un llamamiento a la ONU y a otros organismos internacionales "para que penalicen tales acciones que contradicen los principios y leyes internacionales".
Por otro lado, la organización islamista palestina Hamás condenó este ataque y aseguró que se trata de una "flagrante violación" de su soberanía por parte de Israel, y llamó al mundo árabe e islámico a permanecer unido para hacer frente a sus "violaciones contra los pueblos de la región".
Sin embargo, la respuesta de los hutíes no tardó en llegar, fue con el lanzamiento de un misil sobre el aeropuerto israelí de Ben Gurión y varios ataques con drones.
Este ida y vuelta se marca dentro de un contexto de aumento de las hostilidades entre Israel y los rebeldes hutíes de Yemen, que pertenecen al llamado “eje de la resistencia”, una red de organizaciones afines a Irán y hostiles al Estado hebreo.
Continúa la histórica disputa por el canal de Panamá
Ante la inminente toma de posesión como presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero, Donald Trump, dijo en una conferencia conservadora en Arizona que Panamá estaba cobrando a los barcos estadounidenses tarifas "ridículas y altamente injustas" por usar su canal. Afirmó que si la "estafa" no se detenía, exigiría que el canal fuera devuelto a Estados Unidos, aunque no especificó cómo. Trump agregó que no quería que el Canal de Panamá "cayera en las manos equivocadas" y citó específicamente a China, que tiene intereses allí como en prácticamente toda América Latina, por ser una fuente de recursos naturales.
Según los datos oficiales, China es el segundo mayor usuario del Canal de Panamá después de Estados Unidos y también tiene importantes inversiones económicas en el país.
Ante estas declaraciones, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, emitió un comunicado diciendo que el canal y sus alrededores pertenecen a su país y seguirán siendo así. Lo hizo sosteniendo una copia de los tratados del Canal de Panamá de 1977, Mulino dijo que “la soberanía e independencia de nuestro país no son negociables”.
El canal interoceánico, una de las vías fluviales más importantes del mundo, fue construido por Estados Unidos, que lo inauguró en 1914 y lo administró hasta su traspaso al Estado panameño en 1999, como quedó establecido en los Tratados Torrijos-Carter firmados el 7 de septiembre de 1977 en Washington por los entonces presidentes panameño, Omar Torrijos, y estadounidense, Jimmy Carter.
Más de la mitad del tráfico marítimo a través del Canal de Panamá es hacia o desde puertos estadounidenses, para evitar el largo viaje alrededor del Cabo de Hornos en el extremo sur de Sudamérica. Las tarifas de tránsito pueden alcanzar cientos de miles de dólares para los barcos comerciales y de pasajeros más grandes. Los precios, que son establecidos por una comisión panameña independiente, han aumentado recientemente para todos los tránsitos, principalmente debido a una sequía que redujo los niveles de agua y causó una disminución en el número de barcos que podían atravesar, y además este año se implementó un nuevo sistema de reservas que impone multas a los barcos que no llegan dentro del plazo establecido para el paso.
Una nueva escalada de tensiones en las relaciones diplomáticas entre Argentina y Venezuela
Las autoridades argentinas calificaron como “invento horrible” la acusación formal de la Fiscalía de Venezuela contra el agente policial argentino detenido a inicios del mes de diciembre por supuesta vinculación con “acciones terroristas".
Además, lo consideraron como otra demostración de las arbitrariedades que comete el gobierno de Nicolás Maduro, en un nuevo episodio que agrava la grieta entre ambos países.
La relación entre Argentina y Venezuela, hoy en tensiones diplomáticas, se deterioró a raíz de que el gobierno del ultraderechista Javier Milei desconociera los resultados electorales que proclaman a Maduro como ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Tras ello, el gobierno venezolano expulsó al personal diplomático argentino de Caracas y su embajada quedó bajo custodia de Brasil.
En esa sede diplomática, se encuentran asilados desde marzo cinco opositores venezolanos para quienes Argentina y otros países de la región han exigido que se entregue el salvoconducto que les permita abandonar el país. Uno de los refugiados dejó recientemente ese recinto y se puso a disposición de las autoridades venezolanas.
En esta ocasión, el hecho que tensionó nuevamente la relación, fue la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo, que enfrenta un proceso judicial en Venezuela bajo acusaciones de estar vinculado a "acciones desestabilizadoras y terroristas" apoyadas por "grupos de la ultraderecha internacional" con el objetivo de atentar contra el régimen de Maduro, según informó el Ministerio Público venezolano. Mientras que la versión del gobierno argentino es que el gendarme había viajado para visitar a su pareja e hijo.
El canciller argentino,Werthein, aseguró que Cancillería y el Ministerio de Seguridad "están trabajando en conjunto" para resolver la situación. Por su parte, la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, responsable de la fuerza a la que pertenece Gallo, remarcó que este cumplía con todos los pasos legales para ingresar a Venezuela.
(*) Internacionalista de Fundamentar