Bolivia ingresa oficialmente a los BRICS

El actual presidente boliviano, Luis Arce, anunció por medio de sus redes sociales, la entrada formal de su país en los BRICS como "Estado socio", subrayando el potencial de esta integración para reactivar sectores estratégicos como la energía, la tecnología y el comercio. 

Además, desde este 1° de enero también se sumaron otros nuevos socios: Bielorrusia, Indonesia, Kazajstán, Tailandia, Cuba, Uganda, Malasia y Uzbekistán. Todos ellos mantienen un estatus menor que los de los miembros originales, pero se les permite participar regularmente de las sesiones especiales, reuniones de cancilleres, entre otras actividades de alto nivel.

Estas nuevas incorporaciones coinciden con la asunción por parte de Brasil de la presidencia rotativa de los BRICS. La responsabilidad que recae sobre la administración de Lula da Silva llega tras encabezar al G20 y en un año en el que también estará al frente de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30). 

El lema que se utilizará a lo largo de la presidencia será “Fortaleciendo la Cooperación del Sur Global por una gobernanza más inclusiva y sustentable”, bajo el cual Brasil pretende liderar discusiones sobre inteligencia artificial, financiamiento climático e inclusión socioeconómica en pos de promover la cooperación entre los países en desarrollo e impulsar la reforma de la gobernanza global, un eje sobre el que Lula viene trabajando desde el inicio de su mandato.

En un contexto global donde, por un lado, este grupo creado en 2006 busca fortalecer la cooperación económica del Sur Global sin depender del dólar, mientras que Donald Trump ante su segunda presidencia en Estados Unidos, ya amenazó con una suba de tarifas de hasta el 100% en caso de que se avance con la idea de sustituir su moneda. 

Una de las iniciativas ya fue presentada en octubre del año 2024. Se denominó BRICS Pay, una tarjeta de pago basada en blockchain diseñada para facilitar las transacciones comerciales entre los miembros del bloque y reducir la dependencia del sistema SWIFT, con el objetivo de construir un sistema financiero global más justo y equitativo en el que los países desarrollados puedan realizar transacciones sin restricciones de Occidente. 

La gradual retirada de tropas francesas en África

Esta semana se dio a conocer la decisión de las autoridades de Costa de Marfil de retirar las tropas francesas de su territorio, este hecho representa un cambio importante en lo que respecta a la seguridad en el continente africano. 

Este anuncio realizado por el presidente Alassane Ouattara durante un discurso público, se sumó a la serie de expulsiones de fuerzas francesas en la región, que incluyen a Burkina Faso, Níger y Chad. La retirada, que se llevará a cabo de manera concertada y organizada, comenzará a mediados de enero. 

La presencia militar francesa en África se ha mantenido desde hace décadas, enfocada principalmente en la lucha contra el yihadismo. Sin embargo, esta situación se fue modificando en los últimos años y en última instancia, provocó que se redefinieran las relaciones entre las antiguas colonias y el país europeo. 

Entre los motivos que pueden servir para explicar la decisión de estos estados africanos de terminar con la “cooperación militar”: la creciente ola de soberanismo, el ascenso de juntas militares en varios países de la región han llevado a un cuestionamiento de la intervención francesa, la modernización de los ejércitos locales y el deseo de autonomía en materia de defensa. 

Esto significa una paulatina pérdida de influencia de Francia en África que podría dar paso a otros actores internacionales, como Rusia, China e incluso algunos países árabes, que poco a poco han comenzado a establecer vínculos con varios gobiernos de la región. No hay que olvidarse de la presencia de tropas estadounidenses en la zona, que deja entrever la vieja competencia entre las potencias occidentales, por mantener su influencia en una región cada vez más disputada, especialmente frente al crecimiento del apoyo ruso en estos países.

Sin embargo, la salida de las tropas francesas ha planteado nuevos desafíos de seguridad en el continente. Según datos oficiales desde la expulsión de las fuerzas francesas, se observó que la violencia, los ataques extremistas y las muertes de civiles en países como Níger, Mali y Burkina Faso han aumentado significativamente. 

A su vez, los diferentes gobiernos plantearon la intención de desarrollar nuevas doctrinas de defensa que no dependan de la presencia militar extranjera. Esto podría significar un cambio hacia una mayor autosuficiencia en materia de seguridad, pero también plantea desafíos y riesgos en el caso de que los ejércitos locales no estén preparados para enfrentar las amenazas actuales. 

Fin del suministro de gas ruso para la UE

El gas ruso ha dejado de ser exportado a los principales estados de la Unión Europea a través de gasoductos ubicados en territorio ucraniano luego de que expirara un convenio de cinco años, lo que marca el fin de un acuerdo que lleva décadas en vigencia. El famoso gasoducto data de la era soviética, que pasa por Ucrania y lleva gas desde Siberia a través de la ciudad de Sudzha, en la región rusa de Kursk. Luego se traslada hasta Eslovaquia, donde el gasoducto se divide y va a la República Checa y Austria.

Hace unas pocas semanas, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, prometió que Kiev no permitiría que Moscú usara el paso de gas para ganar “miles de millones adicionales, con nuestra sangre, con las vidas de nuestros ciudadanos”. Fue así como su país se negó a prorrogar el acuerdo de tránsito. Aunque para Europa, la pérdida del suministro barato de gas ruso, según especialistas, va a traer como consecuencia una desaceleración económica, un aumento de la inflación y el agravamiento de la crisis del costo de la vida. 

Mientras que la Comisión Europea expresó que la UE ya tomó las medidas necesarias para el cambio y que la mayoría de los estados podrán afrontarlo. Ya que el bloque encontró fuentes alternativas de suministro en el gas natural licuado de Qatar y de Estados Unidos, así como el gas transportado por tuberías desde Noruega. Sin embargo, algunos países, como Eslovaquia, todavía dependen en gran medida del gas ruso.

Rusia todavía puede enviar gas a Hungría, Turquía y Serbia por el gasoducto TurkStream, a través del mar Negro.

Desde la invasión rusa de Ucrania, ordenada por Vladimir Putin el 24 de febrero de 2022, la participación del gas ruso en el mercado europeo ha caído de aproximadamente el 35% a alrededor del 8%, ya que los países europeos intentaron diversificar los suministros.

(*) Internacionalista de Fundamentar