La OEA reiteró su apoyo incondicional a la República Argentina por las Islas Malvinas y exhortó al Reino Unido a reanudar el diálogo para una "solución pacífica" de la controversia.
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La Asamblea General de la OEA ha urgido a Argentina y al Reino Unido a buscar cuanto antes una solución pacífica a la controversia sobre las islas Malvinas y ha respaldado el diálogo bilateral entre Bolivia y Chile para alcanzar acuerdos en relación a la demanda boliviana de una salida al mar sobre la costa del Pacífico, durante las sesiones plenarias antes de dar por clausurada la cuadragésima segunda reunión del organismo.
Excepto Canadá, que votó en contra, y EE UU, que expresó su posición neutral, los restantes 32 países dieron su pleno apoyo a la causa Argentina. El ministro de Asuntos Exteriores, Héctor Timerman, pidió a la representante de Reino Unido presente en la sesión iniciar de forma inmediata "aquí en Tiquipaya, en Cochabamba, un diálogo" que encamine la resolución "en forma pacífica de este conflicto colonial" a fin de que "el pueblo argentino esté libre del yugo del colonialismo".
En la controversia entre Bolivia y Chile, el canciller anfitrión David Choquehuanca ha propuesto la revisión del Tratado de 1904, que selló el encierro boliviano entre la Cordillera de los Andes y los llanos amazónicos 25 anos después de la guerra de 1879, tras la cual Bolivia perdió su costa sobre el Pacífico a favor de Chile. El canciller chileno, Alfredo Moreno, ha enfatizado la necesidad de respetar los tratados internacionales y, ante la demanda de su colega boliviano de tener una respuesta a la proposición formulada, Moreno consideró que "es prematuro" y concluyó su intervención asegurando que "la realidad de límites de Chile no va a cambiar. No va a cambiar". Desde 1962, con un paréntesis de tres años entre 1975 y 1978, Bolivia y Chile viven de espaldas pese a compartir una frontera de más de 700 kilómetros y economías que se complementan al margen de las diferencias diplomáticas.
Casi para redondear las virulentas críticas a la OEA y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), los países miembros de la Alianza Bolivariana de América (ALBA) han denunciado el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). El canciller ecuatoriano, Ricardo Patino, ha declarado en Tiquipaya, sede de la Asamblea, que el ALBA ha decidido "enterrar lo que merece ser enterrado o, de tirar al tacho de la basura lo que ya no sirve", al considerar que este tratado, suscrito en 1947 en Río de Janeiro, no ha cumplido en lo más mínimo el mandato de protección que le asignaron los gobiernos latinoamericanos. La Declaración de Cochabamba sobre seguridad alimentaria, revisada en detalle por los cancilleres, iba a ser entregada al término de la reunión.
Fuente: El País