Lunes, 29 Julio 2013 03:56

Chipre: Un Dilema Geoestratégico

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La historia de la isla de Chipre está marcada por conflictos étnicos y oportunidades políticas perdidas. Chipre obtuvo su independencia de Gran Bretaña en 1960. El Reino de Grecia, la República de Turquía y Gran Bretaña negociaron los diversos tratados de creación de la República de Chipre. La composición de la población, basada en los censos de 1960 y 1973, está formada actualmente por el 80% de origen greco-chipriota, el 18% turco-chipriota, mientras que el resto se compone de maronitas, latinos y armenios.

En 1963, estallaron enfrentamientos étnicos entre los greco-chipriotas y los turco-chipriotas por el control de la isla. En 1964, fue enviada una fuerza de paz de Naciones Unidas (ONU) a petición del gobierno chipriota. Tras el golpe de estado en 1974 realizado por una junta militar con el apoyo de Grecia, Turquía envío sus tropas a Chipre para proteger los derechos étnicos turco-chipriotas. La Isla de Chipre ha quedado dividida desde entonces.

Desde la crisis de 1974, la ONU aprobó una miríada de resoluciones con el fin de encontrar una solución a la disputa étnica. Además, el Consejo de Seguridad de la ONU ha realizado un continuo llamamiento para la retirada total de las tropas turcas. Sin embargo, la crisis continúa.

La división de la isla de Chipre es un factor geopolítico de desestabilización en el Mediterráneo Oriental.

Los resultados de este flagelo étnico son obvios para todos: alrededor del 1% de la población de Chipre fue asesinada en la guerra, y aproximadamente 142.000 personas —un cuarto de la población total— fueron limpiados étnicamente y desplazadas de sus hogares ancestrales. Se convirtieron así en refugiados dentro de su propio país, no por la guerra de 1974, per se, sino a causa de la situación política de posguerra. Ambos lados se acusan mutuamente de destruir sus respectivos sistemas culturales y religiosos. El 70% de la producción económica de Chipre se perdió como consecuencia de la invasión y la partición de la isla. Esto fue una catástrofe para la población de Chipre.

Han habido numerosos intentos para resolver el conflicto. Todos ellos fallaron debido a la intransigencia étnica. Incluso el plan del Secretario General de la ONU Kofi Annan ha fracasado en su intento de llevar unidad étnica a la Isla. La parte greco-chipriota considera que éste generó para ellos una inseguridad permanente debido a que ignoró los asuntos de seguridad y permitió una presencia indefinida de tropas extranjeras en el territorio de un estado-nación independiente y soberano, con derechos específicos de intervención militar. Esta cuestión fue el punto focal por más de cuarenta años.

Finalmente, el plan podría haber establecido un estado siervo en Chipre, ya que habría permitido a los Estados-Nacionales extranjeros intervenir en sus asuntos políticos internos. En abril de 2004, los ciudadanos de Chipre fueron a las urnas a fin de decidir el destino político del plan de Annan. Los greco-chipriotas votaron en contra del plan en un referéndum, porque este no garantizaba la seguridad. Los turco-chipriotas votaron a favor del plan en un gesto de buena voluntad. Una vez más los greco-chipriotas parecieron preferir la división más que la unificación.

En mayo de 2004, Chipre se incorporó a la Unión Europea (UE). Tanto política como geo-estratégicamente, este fue el evento más significativo para la historia de Chipre. Este acontecimiento político marcó una nueva era para un Chipre unificado. Su membresía significa la libertad económica y política, y promueve nuevos desafíos y oportunidades para la isla de Chipre y la región. No obstante, la actual administración greco-chipriota ha introducido una nueva propuesta para una solución pacífica.

En mayo de 2004, Chipre se incorporó a la Unión Europea (UE). Tanto política como geo-estratégicamente, este fue el evento más significativo para la historia de Chipre. Este acontecimiento político marcó una nueva era para un Chipre unificado.

Bajo esta propuesta Chipre sería desmilitarizada, pero continuaría siendo parte del sistema de seguridad occidental de la Unión Europea. Esto podría finalizar la ocupación militar turca, así como la colonización ilegal promovida por Ankara desde 1974. Finalmente, el plan ofrece garantías internacionales para la seguridad nacional de Chipre, incluyendo su membresía en las Naciones Unidas.

La seguridad sigue siendo uno de los temas principales para ambas comunidades. La Unión Europea carece de mecanismos de presión para una solución en Chipre, a pesar de que esta nación sea un Estado miembro. Los Estados Unidos podrían presionar a Atenas y a Ankara a través de la OTAN y de diversos tratados militares que tienen con estos países para lograr una solución. Un plan estadounidense necesita salvaguardar los derechos humanos de ambos grupos étnicos y garantizar la reunificación de la isla bajo un sistema federal fuerte que garantice un sistema sociopolítico estable bi-zonal y bi-comunal. Por último, se necesita promover una economía robusta.

Grecia necesita mantener un fuerte diálogo con Turquía a fin de presionar por una solución para Chipre. Además, el gobierno griego precisa tener estrechas relaciones diplomáticas con los Estados Unidos. Los diferentes gobiernos norteamericanos han jugado un papel muy importante para ayudar a estabilizar los Balcanes desde el final de la Guerra Fría. Finalmente, Grecia podría asistir a la UE para adoptar una política exterior coherente hacia Chipre.

Es importante que una nueva Chipre garantice los derechos naturales de grupos étnicos griegos, turcos, armenios, maronitas y latinos. Esto es imperativo para pacificar y unificar Chipre, ya que la isla se encuentra en una muy buena posición geopolítica y geoestratégica. Una Chipre estable políticamente podría servir como un aliado leal para los Estados Unidos en la guerra global contra el terrorismo. La isla tiene la capacidad natural para albergar varios elementos del ejército norteamericano, de su fuerza aérea y de la Sexta Flota estadounidense. Las unidades militares americanas han utilizado la isla durante la operación “Libertad Duradera” y la “Operación Libertad Iraquí”. Además, puede ser utilizado como una plataforma de operaciones especiales contra células terroristas en la región de Medio Oriente.

La importancia geoestratégica de la isla es muy importante para el interés nacional estadounidense. Además, el descubrimiento de recursos de gas natural ubica a Chipre como un proveedor de fuentes de energía de gran importancia. Actualmente, la crisis económica europea crea una situación peculiar para la supervivencia económica y política de Chipre. Adoptar el dólar estadounidense puede crear las condiciones para un futuro económico estable. La evolución de la crisis económica en el país mostrará cómo el gobierno eludirá esta dificultad que crea nuevas dimensiones para el problema de Chipre.

 

 

(*) Analista de Asuntos Internacionales en la diplomacia moderna, Analista en Newdeal, Analista de Política Exterior en Strategic-Policy.Net

 
TRADUCCIÓN: Cecilia Rubio
 
FUENTE: Cyprus

 

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