En su peor semana desde que asumió el gobierno el presidente de Chile, Sebastián Piñera, debió afrontar una huelga de los trabajadores de la empresa estatal de extracción de cobre Codelco, la principal fuente de ingresos a las arcas públicas. Temerosos de las señales que indican intentos privatizadores, los trabajadores han realizado este paro como forma de advertir al gobierno
___________________________________
En el contexto de una semana difícil para el gobierno de Sebastián Piñera, se produjo este lunes el paro de los trabajadores de Codelco (Corporación Nacional del Cobre de Chile), la mayor productora mundial de cobre. Esta Corporación fue concebida como una empresa propiedad del Estado chileno, minera, industrial y comercial, con personalidad jurídica y patrimonio propio y encargada de operar y administrar los recursos cupríferos. La huelga, convocada por la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC), revistió características especiales desde distintos puntos de vista. En primer lugar el sector del cobre no experimentaba una huelga de tan alto acatamiento (más de 30.000 trabajadores paralizaron sus tareas) desde hacía casi veinte años.
En segundo lugar, el mismo día en que comenzó la huelga de los trabajadores del cobre, se cumplieron cuarenta años de la estatización del sector por parte del gobierno de Salvador Allende. Efectivamente, el 11 de julio de 1971, el Congreso chileno aprobó por unanimidad, la ley nº 17.450 sobre la nacionalización del cobre, expropiando a las empresas extranjeras que hasta entonces explotaban los yacimientos cupríferos. En tercer lugar la huelga no se llevó a cabo, como quizás podría esperarse, para mejorar las condiciones laborales o para presionar al gobierno por aumentos salariales.
Este paro se debió a que los trabajadores temen, y así lo han denunciado en reiteradas ocasiones, que el gobierno de Piñera lleve a cabo la privatización de Codelco. "Efectivamente tenemos antecedentes concretos frente a la iniciativa que tiene no solamente el Directorio y los administradores, sino el Gobierno de empezar una privatización encubierta", dijo Raimundo Espinoza, presidente del sindicato de los trabajadores de Codelco. Asimismo se sostiene que la empresa ha comenzado a endeudarse sin tener motivos y los trabajadores piensan que de seguir por esta vía, podría llegar a justificarse la privatización en un futuro no muy lejano.
Tales declaraciones recibieron el respaldo del vicepresidente del Senado chileno, Juan Pablo Letelier, quien se solidarizó con la huelga y emplazó al gobierno a dar explicaciones por el sobreendeudamiento de la empresa, así como el intento de privatizar el yacimiento Gabriela Mistral, una de las divisiones que componen Codelco. Según el parlamentario, "con la cantidad de recursos, por el precio del cobre, no hay razón de estar endeudando esta empresa como se está haciendo". Al parecer la preocupación de los trabajadores y de Letelier tienen su justificativo en el hecho de que en la mina Gabriela Mistral, el Directorio y los administradores de Codelco están usando una fórmula legal que permite la privatización de sus acciones. Pero lo más apremiante es que ello no se haría a través de una ley del Congreso, como correspondería, sino a través de un decreto presidencial, de lo cual ya existen antecedentes recientes en otro tema que ha generado intenso debate: las empresas sanitarias.
El Gobierno Niega la Privatización
El gobierno mostró su rechazo al paro y el ministro de Minería, Laurence Golborne, calificó la movilización como ilegal, apuntando que no existen motivos para tal acción, ya que no existe amenaza de privatización. Asimismo se lamentó que con este paro se hayan dejado de producir 4.900 toneladas, lo que representa una pérdida equivalente a unos 41 millones de dólares en ingresos. Esto ilustra la importancia del sector para las arcas nacionales. En tanto, el presidente ejecutivo de la cuprífera, Diego Hernández, consideró que la protesta de los trabajadores del cobre, es una forma de mostrar su disconformidad ante los inevitables ajustes que debe realizar la firma para mantener su producción para los próximos años.
Codelco posee un plan de inversiones récord de más de 17.500 millones de dólares para el período 2011-2015, con el que busca mantener sus niveles de producción, amenazados por el declive en las leyes de sus minerales. Entre los ajustes, la centenaria y emblemática mina Chuquicamata pasará de cielo abierto a subterránea, lo que llevaría a una reducción de 2600 puestos de trabajo en los próximos cinco años. Esto agudizó los ánimos de los trabajadores que exigen a la administración un plan de estabilidad.
Así, el gobierno de Sebastián Piñera indudablemente no atraviesa por un buen periodo, con movilizaciones masivas que demuestran el descontento por parte de sectores que, como la minería son claves en el desarrollo del país. Esto sin contar la crisis del sistema educativo que aún no logra un acuerdo sustantivo que haga deponer las medidas de protesta de los estudiantes, tanto secundarios como universitarios.
Es más, para el próximo jueves 14, la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) ha convocado a una movilización a la cual se han adherido los gremios de la salud, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y los sindicatos de los transportes públicos. En tanto que los trabajadores de Codelco, retomando sus actividades tras la huelga de 24 horas, han dejado en claro que aquella acción sólo fue una advertencia. Claramente, el mayor motor de la economía chilena podría verse afectado por futuras paralizaciones si es que el gobierno de Piñera no incorpora a sus trabajadores en los planes de reajuste, que según los especialistas de La Moneda, necesita Codelco para seguir siendo una empresa competitiva a nivel mundial.
(*) Licenciada en Relaciones Internacionales. Analista Internacional de la Fundación para la Integración Federal
Para ponerse en contacto con la autora, haga click aquí