La petrolera pública rusa Rosneft se queda con la totalidad de la tercera companía de su país, TNK-BP, para crear un gigante mundial del sector. Los propios responsables de Rosneft anunciaron un acuerdo con la británica BP para quedarse con la mitad del grupo. La compra de la otra mitad en poder de cuatro oligarcas rusos se negoció una semana antes. El valor total de la operación se calcula en 42.000 millones de euros. Cuando se consume la absorción, Rosneft será el primer productor de crudo cotizado en bolsa del mundo, con más de tres millones de barriles diarios, por delante del asiático Petrochina y el estadounidense ExxonMobil.