La calma no llega a Belfast. Por quinta noche consecutiva se han registrado disturbios en la capital de Irlanda del Norte. La policía ha utilizado balas de goma y cañones de agua contra los unionistas que habían lanzado cócteles molotov, piedras y otros objetos. Los altercados comenzaron después de una manifestación pacífica frente al ayuntamiento. "Después de un mes la gente todavía está muy enfadada y sigue con las protestas. Intentan hacerlo de forma pacífica, es lo que queremos ver. No queremos violencia que ahogue nuestro mensaje. Pero hacemos un llamamiento a la policía para que no se comporte de forma brutal, se aleje y considere cómo están vigilando estas protestas, porque no queremos darle a la gente una excusa para utilizar la violencia", aseguraba un joven unionista. En total más de 60 agentes han resultado heridos desde el inicio de las protestas.