Por el momento, el espionaje cibernético parece haber eclipsado otros temas de la agenda que ambos empezaron a tratar desde ayer en el complejo turístico de Sunnyland, en pleno desierto californiano, como el comercio mundial, la crisis de Norcorea y la situación de los derechos humanos en China.
En este último punto, legisladores estadounidenses y grupos de derechos humanos pidieron a Obama que reclame a Xi la liberación de 16 prisioneros de alta jerarquía, entre los que figura el Premio Nobel de la Paz 2010, Liu Xiaobo.
"Algunos en nuestro país ven el progreso de China como una amenaza para nosotros y algunos en China creen que Estados Unidos trata de frenar el crecimiento chino", dijo Clinton
Por supuesto no es lo mismo el espionaje interno que realiza Estados Unidos -con el supuesto fin de proteger a sus ciudadanos, según señaló el propio Obama- que el que Washington cree que realiza China con el fin de obtener secretos militares.
Pero esa defensa del espionaje cibernético, en el marco de la lucha contra el "terrorismo", asocia inevitablemente al mandatario estadounidense a los tiempos que reinaron en Estados Unidos bajo la presidencia del republicano, George W. Bush.
Y por más que Obama haya dicho que “no se puede tener seguridad al 100 por ciento y 100 por ciento de privacidad con cero tolerancia”, lo cierto es que la revelación de que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) está monitoreando las comunicaciones por teléfono e Internet, debilitó la imagen internacional del mandatario para reunirse con Xi.
Esta práctica de espionaje doméstico, que comenzó en la presidencia de Bush luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001, le quita prestigio al presidente demócrata, ya que el control cibernético limita la libertad individual y la privacidad de las personas.
Durante el primer día del encuentro realizado en California, ambos líderes mundiales expresaron su voluntad de llegar a un acuerdo relacionado con este tema que deteriora la relación bilateral.
No fue casual la mención del problema cibernético en el documento, ya que recientemente el gobierno de Obama acusó al gobierno chino de apropiarse de una serie de informaciones comerciales y tecnológicas de Estados Unidos.
Sin embargo, el escándalo del espionaje estadounidense repercutió también en Europa, donde la privacidad es “un asunto emocional” luego de los tiempos del fascismo y del comunismo, antes y después de la Segunda Guerra Mundial, señalan Eric Pfanner y James Kanter.
Esta práctica de espionaje doméstico, que comenzó en la presidencia de Bush luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001, le quita prestigio al presidente demócrata, ya que el control cibernético limita la libertad individual y la privacidad de las personas
“La revelación de que la Agencia de Seguridad estadounidense ha obtenido acceso a mails, investigaciones en la web y otros datos online de las más grandes compañías de Internet -cuyos usuarios se extienden más allá de Estados Unidos- ha llevado a cuestionar la autoridad moral de la Casa Blanca”, dicen ambos analistas en una nota en The New York Times.
A pesar de las expectativas que genera la reunión de los líderes de las dos superpotencias mundiales, no se aguardan grandes resultados del encuentro de California.
Obama, sin embargo, tiene buenas posibilidades de entenderse con su colega Xi, debido a que con el anterior líder chino, Hu Jintao, el mandatario estadounidense tenía una relación fría que generaba sospechas entre ambos países.
En el caso de Norcorea y su programa nuclear cuestionado por Occidente, la Administración Obama cree que China podría tener un impacto decisivo sobre la futura conducta de Pyongyang y su joven líder, Kim jong-un, ya que se cree que Beijing está analizando replantearse su futuras relaciones con Corea del Norte.
Durante los últimos veinte años, líderes chinos y estadounidenses se han reunido para abordar los grandes problemas mundiales.
La ex secretaria de Estado Hilary Clinton, dijo que las relaciones con Beijing "no encajan en ninguna categoría de blanco y negro".
"China no es tampoco el Reino Unido o Norcorea, pero es algo enteramente nuevo y diferente para Estados Unidos", afirmó.
"Algunos en nuestro país ven el progreso de China como una amenaza para nosotros y algunos en China creen que Estados Unidos trata de frenar el crecimiento chino", dijo Clinton en la apertura de la tercera ronda de Diálogo Estratégico y Económico entre EEUU-China, en mayo de 2012.
La situación más crítica que vivieron ambos países fue en 1996 cuando Estados Unidos envío dos portaviones cerca de Taiwán, pero luego iniciaron conversaciones de alto nivel dejando atrás la posibilidad de un conflicto bélico.
Desde entonces, China y Estados Unidos continuaron con la ruta trazada a principios de la década de 1970 por el ex secretario de Estado, Henry Kissinger, con el fin de incrementar el comercio y las relaciones bilaterales.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Pedro Arrospidegaray
FUENTE: Télam