Una reunión entre funcionarios de Corea del Sur y del Norte arrancó este sábado en la zona desmilitarizada que divide ambos países con el objetivo de dialogar sobre el futuro del complejo industrial de Kaesong, clausurado hace más de tres meses por deseo de Pyongyang.
El encuentro se produce en un momento en que ambas Coreas han recuperado la comunicación gracias a la reapertura de la línea telefónica que les sirve como único lazo de contacto, y que el Norte había cortado un mes antes.
De acuerdo con la propuesta inicial del Sur, la reunión abordaría principalmente el posible acceso de empresarios surcoreanos al polígono, ubicado en el Norte a escasos kilómetros de la frontera.
Esta visita les permitiría inspeccionar y llevar a cabo tareas de mantenimiento de instalaciones y equipos, o retirar productos y materiales almacenados a la intemperie que puedan deteriorarse con la llegada de la estación lluviosa a la península coreana.
Kaesong es uno de los temas más urgentes en la agenda bilateral, ya que el complejo permanece cerrado desde que a principios de abril Corea del Norte decidiera retirar a todos sus trabajadores en plena campaña de hostilidades lanzadas contra su vecino, EEUU y Japón.
Este proyecto industrial, en el que 123 empresas del Sur fabricaban productos con mano de obra barata de 53.000 obreros del Norte, es un símbolo de la etapa de entendimiento que ambas Coreas protagonizaron la pasada década.
El pasado miércoles las dos Coreas retomaron el contacto telefónico, casi un mes después de que Corea del Norte decidiera dejar de responder a las llamadas del Sur a través de la línea telefónica habilitada en la Aldea de la Tregua de Panmunjom, en la zona desmilitarizada.
En un aparente gesto de distensión, el régimen de Kim Jong-un expresó su voluntad el pasado miércoles de autorizar el acceso de los empresarios sureños a Kaesong, en respuesta a las peticiones formuladas por éstos en pasados días.
A principios de junio ambas Coreas habían retomado los contactos tras varios meses de tensión a causa de la escalada de amenazas de Pyongyang, pero finalmente no lograron concretar una reunión de alto nivel entre sus Gobiernos, y el régimen dejó entonces de contestar a las llamadas de Seúl.
Ambos vecinos permanecen técnicamente en guerra ya que el conflicto que los enfrentó entre 1950 y 1953 concluyó con un alto el fuego en vez de un tratado de paz.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Imanol Barrangú
FUENTE: El País