Decenas de miles de personas recordaron este martes en el memorial de la paz de Hiroshima el 68º aniversario de la bomba atómica lanzada por Estados Unidos contra esa ciudad de Japón, país donde el sentimiento antinuclear se exacerbó desde la catástrofe de Fukushima en 2011.
Ancianos sobrevivientes del bombardeo, responsables del gobierno y delegados extranjeros observaron un minuto de silencio a las 08H15 (23H15 GMT) tras sonar una campana a la hora precisa en que se detonó la bomba que convirtió a la ciudad en un infierno nuclear.
"Los japoneses fueron la única nación bombardeada con la bomba atómica", dijo el primer ministro, Shinzo Abe, "Somos responsables de construir un mundo sin armas nucleares y tenemos el deber de transmitir su crueldad a las generaciones futuras", añadió.
Un bombardero estadounidense B-29 bautizado "Enola Gay" lanzó la bomba atómica el 6 de agosto de 1945 durante uno de los capítulos finales de la Segunda Guerra Mundial. Mató a unas 140.000 personas en diciembre de aquel año. Tres días después fue bombardeado el puerto de Nagasaki, que mató a 70.000 personas.
"Ofrecemos desde el fondo del corazón nuestro consuelo y respaldo a las almas de las víctimas y afirmamos que haremos todo lo que esté a nuestro alcance para eliminar ese mal absoluto que constituyen las armas nucleares y construir un mundo en paz", dijo este martes el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui.
"Los japoneses fueron la única nación bombardeada con la bomba atómica", dijo el primer ministro, Shinzo Abe, "Somos responsables de construir un mundo sin armas nucleares y tenemos el deber de transmitir su crueldad a las generaciones futuras", añadió.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo en un comunicado que coincide con "la visión errónea según la cual la seguridad se alcanza buscando el dominio militar y con amenazas de aniquilación mutua".
"No olvidamos. Sabemos que ese es un callejón sin salida", agregó.
Horas después, responsables japoneses mostraron públicamente por primera vez el buque militar más grande construido por Japón desde que terminó la Segunda Guerra Mundial.
El buque, de 248 metros de eslora, bautizado "Izumo", está en construcción en los astilleros navales de Yokohama (sur de Tokio). El costo de su construcción se estima en unos 1.200 millones de dólares y el buque, un portahelicópteros con capacidad para nueve aparatos, estará operativo poco después de 2015.
Su "bautismo", al que asistió el viceprimer ministro, Taro Aso, se llevó a cabo en momentos en que el gobierno nipón toma medidas para dotarse de fuerzas de defensa más importantes, generando así preocupación en las vecinas China y Corea del Sur.
La botadura de este buque se produce en un contexto de meses de tensiones con China y en menor medida con Corea del Sur a causa de diferendos territoriales.
Tras la victoria del Partido Liberal Demócrata en las legislativas de diciembre de 2012, el gobierno nipón advirtió que no vacilaría en recurrir a la fuerza en caso de desembarco chino en las Senkaku, islas despobladas a 200 km al noroeste de las costas de Taiwán que Pekín reivindica bajo el nombre de Diaoyú.
En enero, el gobierno del primer ministro Shinzo Abe aprobó un presupuesto militar de 50.000 millones de dólares para 2013-2014, en alza por primera vez desde hace 11 años.
Paralelamente, Tokio anunció su intención de constituir una fuerza especial de 600 hombres y 12 naves para vigilar y proteger las islas en disputa.
Tokio insiste en que la conmemoración de Hiroshima y la botadura del portahelicópteros son una coincidencia.
Entre los asistentes a la ceremonia de conmemoración del bombardeo nuclear del martes figuraron Clifton Truman Daniel, nieto del presidente estadounidense Harry Truman, que dio la orden de los bombardeos. Ha sido el primer familiar de Truman en asistir a una ceremonia conmemorativa en Japón.
La mayoría de los sobrevivientes de la bomba, conocidos bajo el nombre de "hibakusha", se oponen terminantemente a toda utilización del átomo. En Japón, el movimiento de protesta contra la energía nuclear se ha fortalecido desde que el gobierno decidió el año pasado reactivar dos reactores nucleares tras el accidente de Fukushima de 2011.
El bombardeo de Hiroshima fue seguido por el de Nagasaki, que el 9 de agosto provocó 70.000 muertos. Los dos ataques precipitaron la capitulación de Japón y el final de la Segunda Guerra Mundial el 15 de agosto de 1945.
FUENTE: AFP