Los miembros del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos han llegado este martes a un acuerdo para autorizar a Barack Obama que intervenga militarmente en Siria contra el régimen de Bashar al Asad. El pacto llega después de que el presidente consiguiera el apoyo de los líderes republicanos para el ataque.
Según fuentes consultadas por el diario estadounidense The Washington Post, el grupo legislativo ha redactado un borrador con el que permite la intervención militar durante 60 días, prorrogables por otros 30 con una nueva autorización del Congreso, aunque solamente bajo determinadas circunstancias. El documento prohíbe expresamente el despliegue de tropas estadounidenses en territorio sirio. No obstante, de acuerdo con estas fuentes, contempla el envío de una "pequeña misión de rescate" para situaciones de emergencia.
El grupo legislativo ha redactado un borrador con el que permite la intervención militar durante 60 días, prorrogables por otros 30 con una nueva autorización del Congreso
A pesar de la autorización para usar la fuerza militar, también impone a la Casa Blanca la obligación de presentar ante el Congreso, en un plazo de 30 días tras la aprobación de este proyecto de ley, una solución diplomática para acabar con la violencia en el país. El comité, presidido por el senador demócrata, Robert Menéndez, podría votar la resolución este mismo miércoles mientras que la votación en pleno podrá darse a comienzos de la semana próxima.
Posteriormente, deberá pasar a la Cámara de Representantes, que, como el Senado, parece inclinarse por acelerar los trámites que permitan actuar militarmente lo antes posible. Una vez aprobados los dos textos en las sedes legislativas, los líderes del Congreso tendrán que conciliar las dos versiones. Cuando el proyecto de ley reciba el visto bueno de ambas cámaras, será enviado a Obama para su sanción. El Congreso ha entrado en receso esta semana, por lo que, a pesar de que las comparecencias de miembros del Gobierno siguen ante los comités de Relaciones Exteriores, se espera que sea a partir del próximo lunes cuando la sede legislativa tome una decisión definitiva.
El pasado fin de semana, el presidente estadounidense envió su propio proyecto de ley al Congreso para llevar a cabo un ataque a Siria en respuesta al supuesto uso de armas químicas. Obama ha mantenido reuniones con líderes del Congreso para pedirles una votación rápida, asegurando que será una intervención militar "limitada para degradar las capacidades de Al Asad", por lo que no repetirá los errores de las guerras de Irak y Afganistán. Sin embargo, el secretario de Estado, John Kerry, ha considerado que la autorización del Congreso no debería descartar el envío de tropas a Siria. "No quiero sacar de la mesa una opción que podría estar disponible con el objetivo de asegurar a nuestro país", ha explicado.
El mandatario ha iniciado este miércoles una visita de dos días a Suecia. Mañana viajará a San Petersburgo para participar en el G20, donde buscará apoyos para la intervención contra Siria. El primer punto de su agenda en Estocolmo será una entrevista con el primer ministro sueco, el conservador Fredrik Reinfeldt, en el palacio de Rosenbad, sede del Gobierno, con el ataque como telón de fondo.
Los países nórdicos han defendido hasta ahora esperar al dictamen de los inspectores de la ONU y agotar la negociación política, a excepción de Dinamarca, cuya primera ministra, la socialdemócrata Helle Thorning-Schmidt, ha ofrecido su apoyo total a EEUU. La Administración Obama, que asegura tener pruebas de que el régimen sirio está detrás del ataque químico del 21 de agosto, cuenta con el apoyo de Francia, Turquía, Arabia Saudí, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos (EAU), según ha afirmado Kerry.
El presidente galo, François Hollande, ha expresado su disposición a formar parte de una "amplia coalición internacional" para evitar que la "masacre química" en Siria quede impune. Reino Unido descartó su participación tras el rechazo de la Cámara de los Comunes -con una mayoría de 13 votos- a la propuesta del Gobierno de David Cameron en este sentido.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Imanol Barrangú
FUENTE: Público