El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, y el primer ministro italiano, Enrico Letta, fueron recibidos este miércole al grito de "vergüenza" a su llegada a Lampedusa, escenario del naufragio de un barco con más de 500 inmigrantes, de los cuales al menos 289 perdieron la vida.
Un grupo de una veintena de personas se manifestaron ante el aeropuerto de la isla siciliana para expresar su indignación ante la posición de la Unión Europea en materia de inmigración. Asimismo, los manifestantes que continuaron sus protestas durante toda la visita de la delegación a la isla consideraban una "vergüenza" que no estuviera prevista la visita al centro de acogida de inmigrantes que se encuentra completamente desbordado. "Ignoradlos. Los tenéis en la conciencia", "Basta con las pasarelas", "Los derechos de los lampedusanos a la deriva", son algunas de las pancartas que llevaban los manifestantes.
El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, y el primer ministro italiano, Enrico Letta, fueron recibidos este miércole al grito de "vergüenza" a su llegada a Lampedusa.
Aunque medios italianos explicaron que los representantes de la UE pueden cambiar su programa y visitar la estructura que se encuentra completamente colapsada ya que aloja a más de 1.000 personas, entre ellos decenas de menores, mientras que tiene una capacidad de 250. Los inmigrantes realizaron anoche una protesta ante los medios de comunicación presentes para mostrarles las condiciones infrahumanas en las que se encuentran ya que duermen a la intemperie a pesar del frío y la lluvia.
La delegación de la UE se completa con la presencia de la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmstrom, y el ministro de Interior italiano, Angelino Alfano.
SIN ACUERDO DE LA UE
Tras el naufragio, el Gobierno italiano pidió a Europa que se tome sus responsabilidades para contrastar la llegada de inmigrantes y evitar que se vuelvan a producir estas tragedias. En la reunión del Consejo de Ministros de Interior de la UE que se celebró ayer en Luxemburgo, se apoyó la creación de un grupo de trabajo para estudiar la manera de frenar la llegada de inmigrantes irregulares a través del mar.
Un objetivo será dotar de más medios a la agencia europea para la Gestión de Control de las Fronteras Exteriores (Frontex) para que vigile las aguas desde Chipre hasta España. El Gobierno italiano había pedido además de ayuda para controlar las fronteras y también modificar los acuerdos de Dublín (Convención de Dublín), sobre los cupos de ingreso de inmigrantes.
Mientras se produce la visita de los representante de la UE, continuarán las tareas de rescate de las decenas de cuerpos aún atrapados en el casco del pesquero que se hundió el pasado jueves frente a las costas de Lampedusa. Hasta el momento se han recuperado 289 cuerpos y se cree que quedan otros 70 bajo el mar, ya que según los 155 supervivientes en el pesquero que salió de Libia viajaban unos 520 inmigrantes.
Barroso saludará también a la alcaldesa de la isla siciliana, Giusi Nicolini, que desde su elección en 2012 ha enviado varias cartas - que no han recibido respuesta - a la Unión Europea para pedir ayuda ante la situación de Lampedusa. La alcaldesa afirmaba ayer que si la visita de los representantes europeos es sólo de "cortesía" para expresar su pésame tras la tragedia y no traen soluciones "es mejor que manden un telegrama".
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Imanol Barrangú
FUENTE: Público