"Estamos seguros de que para un auténtico proceso de paz contamos con todos los pueblos del continente y del mundo y con los gobiernos democráticos y revolucionarios agrupados en Unasur", remarcó Rodríguez.
Desde la Serranía de San Lucas, el líder insurgente respondió una entrevista encriptada -solo la puede leer quiénes tienen el código- a la revista Veintitrés, en la que ratificó la predisposición del ELN para sumarse a los diálogos de paz que ya mantienen las FARC.
"Siempre hemos sido amantes de la paz, pero para que haya paz es necesario que los señores del poder entiendan que esa es la única salida posible a este conflicto de más de 60 años. La clase dominante y los imperialistas que son sus amos nos declararon la guerra. Nosotros lo que hemos hecho es responder dignamente", subrayó Rodríguez.
Dio por hecho, además que "cuando el pueblo no quiera la lucha armada, esta desaparecerá indefectiblemente" y consideró que el hecho de que la guerrilla se mantenga después de 50 años "demuestra que esta forma de lucha tiene plena vigencia y que el pueblo la respalda".
"Cuando el pueblo no quiera la lucha armada, esta desaparecerá indefectiblemente"
"Si no fuera así habríamos desaparecido. Lucha revolucionaria que no cuente con el apoyo popular, fracasa. Los más interesados en que se abran los cauces políticos para que sea por esa vía que se alcancen las grandes transformaciones que el pueblo reclama somos los insurgentes", afirmó.
Sobre las conversaciones que las FARC y el Ejecutivo mantienen hace un año en La Habana, Rodríguez advirtió que "el gobierno pretende alcanzar en la mesa de diálogo lo que no ha logrado en el campo de batalla y eso es un grave escollo para un acuerdo real y duradero".
Cuestionó que las "pretensiones de Santos son que la guerrilla se desmovilice y entregue las armas" y dio por seguro que ni las FARC ni el mismo ELN avanzarán en ese sentido.
"Si el gobierno no acepta un proceso incluyente, donde se reconozcan y respeten las partes en su carácter y el acuerdo incluya la reconstrucción del país, cualquier esfuerzo fracasa", expresó.
Defendió los reclamos y propuestas de "centenarias luchas populares" que luego "los gobiernos han desconocido o incumplido", consideró que esos pedidos son "parte de realizaciones sociales indispensables" y coincidió con las FARC en la necesidad de una Asamblea Constituyente que refrende los entendimientos "conforme a la verdadera democracia".
Advirtió el líder del ELN que será difícil la devolución de tierras a sus verdaderos dueños porque "cuando latifundistas y terratenientes vieron amenazadas sus propiedades y no se sintieron satisfechos con la protección que les brindan las fuerzas armadas gubernamentales, conformaron y pagaron bandas criminales".
"El gobierno pretende alcanzar en la mesa de diálogo lo que no ha logrado en el campo de batalla y eso es un grave escollo para un acuerdo real y duradero"
"Sólo la lucha popular y revolucionaria hará posible las conquistas de los humildes. Al campesinado no le queda otro camino para tener de nuevo las tierras que les han robado", estimó.
Defendió además la aplicación de la pena de muerte para quienes la guerrilla considera "traidores", aquellos que "siendo miembros activos del ELN, desertan de sus filas para pasarse a las del enemigo y ponerse a su servicio".
Rechazó absolutamente, además, que el grupo tenga relación con organziaciones narcos "y en esto no hay cabida para otra postura" y subrayó que la organización prefiere "tener muy escasos recursos materiales antes que involucrarse en tan detestable negocio".
"Somos de principios, de escrúpulos y nunca hemos aceptado eso de que el fin justifica los medios. Respetamos a las personas y familias que han sido empujadas al trabajo en los cultivos de uso ilícito; ellos no son narcotraficantes sino trabajadores de una actividad ilícita a la que los empujaron las circunstancias. Esa es responsabilidad del Estado colombiano", remarcó.
Finalmente, defendió el rol eventual que pueda tener la Unasur en la búsqueda de la paz, porque "hoy es imposible la lucha en solitario de un solo pueblo y una sola sociedad porque sus enemigos están dentro y fuera de las fronteras".
Rodríguez se manifestó seguro de que "para un auténtico proceso de paz contamos con todos los pueblos del continente y del mundo y con los gobiernos democráticos y revolucionarios agrupados en Unasur".
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Pedro Arrospidegaray
FUENTE: Télam