El presidente de Rusia, Vladimir Putin, pidió este miércoles a las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk, en el este del país, que aplacen el referéndum independentista previsto para el próximo domingo de cara a crear "las condiciones necesarias para el diálogo".
Putin también dio por vez primera el visto bueno de Rusia a las elecciones presidenciales en Ucrania, previstas para el 25 de mayo, al asegurar que son "un paso en la buena dirección".
En una comparecencia junto al presidente de turno de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el suizo Didier Burkhalter, el jefe del Kremlin insistió en sus reivindicaciones de un diálogo político inclusivo como fórmula para resolver la crisis en Ucrania. En ese sentido, reiteró que Kiev y los separatistas, que convocaron la consulta sobre la independencia de sus territorios para crear un nuevo Estado que se llamaría "Novorossia" (Nueva Rusia), deben entablar conversaciones para atajar sus discrepancias.
Como gesto de buena voluntad, Putin también dio por vez primera el visto bueno de Rusia a las elecciones presidenciales en Ucrania, previstas para el 25 de mayo, al asegurar que son "un paso en la buena dirección". "Pero éstas no deciden nada si todos los ciudadanos de Ucrania no entienden cómo se garantizarán sus derechos después de la celebración de las elecciones", subrayó, en clara alusión a la minoría prorrusa.
Asimismo, el mandatario ruso aprovechó la comparecencia para confirmar la retirada de las tropas rusas desplegadas junto a la frontera con Ucrania. Según la OTAN, en las últimas semanas Moscú ha llegado a acumular en esas áreas a unos 40.000 militares. Putin destacó que este despliegue es un motivo de "preocupación" para otras partes y, por tanto, ordenó su repliegue. "Hoy ya no están en la frontera ucraniana, sino en lugares donde realizan tareas normales en campos de entrenamiento", declaró, según Interfax.
El jefe del Kremlin exigió a Kiev que, por su parte, suspenda la ofensiva militar contra los bastiones prorrusos de la región de Donetsk, aduciendo que esa operación únicamente agudizará las divisiones en la sociedad ucraniana. "Rusia se dirige a las autoridades de Kiev con la exigencia de que cesen de inmediato todas las operaciones de castigo en el sureste del país", declaró.
Por último, Putin acusó de la actual "crisis" a los responsables del "golpe" que expulsó del poder en febrero al entonces presidente ucraniano, Viktor Yanukóvich. Estas autoridades, advirtió, "no se preocupan de desarmar a la extrema derecha y a los nacionalistas".
FUENTE: Público