El candidato presidencial brasileño Eduardo Campos, militante del Partido Socialista y exministro de Lula da Silva, murió este miércoles (13.08.2014) luego de que la avioneta Cessna 560XL en la que viajaba se estrellara en la ciudad portuaria de Santos. Campos, de 49 años, postulaba en fórmula con la ambientalista Marina Silva, candidata a la vicepresidencia y quien no iba a bordo de la nave.
En la tragedia perdieron la vida los otros seis pasajeros del avión, todos miembros del equipo de campaña de Campos. Además, según información entregada por funcionarios de bomberos, al menos otras diez personas que estaban en tierra resultaron heridas a causa del accidente
En la tragedia perdieron la vida los otros seis pasajeros del avión, todos miembros del equipo de campaña de Campos. Además, según información entregada por funcionarios de bomberos, al menos otras diez personas que estaban en tierra resultaron heridas a causa del accidente, debido a que el Cessna se estrelló contra unos edificios en un barrio residencial y comercial. Escenas de televisión mostraban llamas dentro de algunas casas.
Campos, casado y padre de cinco hijos, figuraba en las encuestas con un 9 por ciento de las preferencias, detrás de la presidenta Dilma Rousseff y del socialdemócrata Aecio Neves, y estaba en pleno desarrollo de su agenda de campaña. El martes en la noche había concedido una entrevista a un canal de televisión de Río de Janeiro, ciudad desde donde esta mañana abordó rumbo a Santos, donde tenía algunos compromisos.
BUSCAN REEMPLAZO
De acuerdo a algunas versiones, el accidente se produjo cuando el piloto intentaba una maniobra de aterrizaje en medio de malas condiciones atmosféricas. Ahora el Partido Socialista deberá elegir en menos de diez días a la persona que reemplazará en la papeleta a Santos para las elecciones del 5 de octubre. Los primeros indicios afirman que será la ambientalista Marina Silva, muy popular entre la población, quien asuma ese papel.
Un socialdemócrata joven, carismático y favorable a los negocios en la empobrecida región del noreste de Brasil, Campos había anunciado su candidatura en abril, con el fin de aglutinar a los votantes decepcionados del gobernante Partido de los Trabajadores. Su objetivo era restaurar la confianza en las cuentas fiscales del país e inyectar dinamismo a su estancada economía. Antes fue ministro, diputado y gobernador.
FUENTE: DW