La comunidad afroamericana aumentó su furia con el asesinato de otro joven de 20 años, quien recibió un disparo por parte de un policía federal de piel blanca, mientras se encontraba dentro de su casa ubicada en Detroit en los Estados Unidos. Esto, paralelo a las protestas que estallaban en Baltimore, tras el funeral del Freddie Grey.
El jefe de la policía de Detroit, James Craig aseguró que el occiso respondía al nombre de Terrance Kellom, quien supuestamente iba a ser aprehendido por ser sospechoso de un asalto en días pasados, y que intentó herir a los policías usando un martillo.
Sin embargo, los familiares desmienten que su hijo cargara objetos en las manos y aseguran que éste es otro caso de racismo policial. "Mi hijo murió con los puños cerrados. No tenía un martillo ... Ellos asesinaron a mi hijo en mi cara", afirmó a los medios de comunicación locales, el padre de Terrance, Kevin Kellom.
Por tal razón, La Coalición contra la Brutalidad Policial en Detroit convocó a todos los sectores afrodescendientes a marchar con objeto de impugnar el comportamiento de la policía, de cara a los recientes tiroteos fatales ocurridos en varias ciudades del país.
Por su parte, la Fiscal federal Barbara McQuade dijo que su oficina ya está investigando el caso, a la vez que lamentó lo ocurrido. "El tiroteo de ayer fue una tragedia, y ofrecemos nuestras profundas condolencias a la familia", dijo en un comunicado.
Agregó que “el trabajo policial a veces requiere el uso de la fuerza letal, pero los oficiales deben utilizar sólo la cantidad de fuerza que sea razonable para cada caso. En una situación como ésta, es importante proteger los derechos tanto de los fallecidos como el oficial. Por lo tanto, estamos siguiendo de cerca la investigación
Al parecer, la muerte de Kelloom ocurrió cuando el equipo de Aprehensión de Fugitivos de Detroit fue a su casa, a cumplir con una orden de arresto, pero recibió un disparo por parte de un oficial del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), por supuestamente haber intentado usar un martillo, para librarse del arresto, versión negada por sus padres, que estuvieron en el lugar de los hechos.
La muerte de Kellom ocurría en Detroit, mientras que en Baltimore, estado de Maryland, estallaban las protestas violentas de los afrodescendientes exigiendo sus derechos.
Fuente: teleSUR