Según un último cálculo de la televisión británica BBC, los Conservadores obtendrían 329 escaños, es decir tres más de la mayoría absoluta.
"Es la victoria más dulce", comentó esta mañana Cameron invitando a los activistas de su partido a celebrar el resultado de las elecciones celebradas ayer. "Hemos derrotado también a los sondeos y a los comentaristas". Y es que durante la campaña electoral todas las encuestas hablaban de un empate entre los dos grandes partidos con un 34% de los votos.
"Creo sinceramente que estamos en camino de hacer algo especial en este país", dijo Cameron en un discurso ante Downing Street tras recibir el encargo de la reina de formar gobierno.
"Vamos a hacer el referendo sobre la Unión Europea que prometimos", insistió, asegurando que quiere lograr que el país "sea un lugar donde la buena vida esté al alcance de todos los que quieren trabajar y hacer las cosas bien".
Cameron fue al palacio de Buckingham para una audiencia con Isabel II que duró poco más de media hora.
Los Laboristas, sin embargo, sufrieron un duro revés, ya que se quedarían en torno a 235 escaños, y su líder, Ed Miliband, presentó su renuncia.
También dimitieron Nigel Farage y Nick Clegg. El primero, líder del partido anti-Europa y anti-inmigración UKIP, que quedó excluido de la Cámara de los Comunes británica al no obtener el escaño al que aspiraba.
Farage, que hace días anunció que dejará la dirección del partido en caso de perder, fue derrotado en su circunscripción por el conservador Craig MacKinlay.
Los Liberales Demócratas de Nick Clegg, aliados de gobierno de Cameron en los últimos años, sufrieron un descalabro, como pronosticado por los sondeos. Clegg salvó por un pelo su escaño de diputado, uno de los 8 que ha logrado conservador su partido, que ha perdido 47.
"Está dolorosamente claro que ha sido una noche cruel y de castigo para nosotros", comentó Clegg admitiendo la evidente deblacle electoral. Esta mañana presentó su dimisión como líder del partido.
Quienes festejan en grande, en cambio, son los nacionalistas escoceses liderados por la emergente Nicola Sturgeon, tras en la Cámara de los comunes.
En Escocia, donde el recuento de votos ya terminó, el partido de los nacionalistas se hizo con 56 de los 59 escaños, barriendo de un plumazo a los laboristas de la que era su bastión y patria de varios de sus líderes.
Según datos aún parciales, difundidos por los medios locales, la afluencia a las urnas aumentó: de los casi 50 millones de ciudadanos con derecho a votar, más del 66% depositó la papeleta en la urna.
Tras el brillante resultado electoral, Cameron acudirá a Buckingham Palace para recibir de la Reina Isabel la vía libre formal a encabezar una vez más el gobierno del país.
FUENTE: Ámbito