A sólo veinte días de las elecciones griegas, Alexis Tsipras sigue liderando todas las encuestas de intención de voto, pero se enfrenta a un partido dividido, a muchas dimisiones y sobre todo a la nueva formación creada por el disidente Panayótis Lafazanis. Nadie puede predecir cómo será el gobierno que aplicará las duras medidas del nuevo rescate con un Parlamento con ocho partidos y una posible mayoría radical pero que podría no ser suficiente para gobernar.
Alexis Tsipras sigue liderando todas las encuestas de intención de voto, pero se enfrenta a un partido dividido, a muchas dimisiones y sobre todo a la nueva formación creada por el disidente Panayótis Lafazanis.
La diferencia entre radicales y conservadores, que forman el segundo partido con mayor intención de votos, es ahora únicamente 1,5%, mostrando que Tsipras ha perdido las esperanzas de muchos ciudadanos que le votaron en enero de este año. Y en el sondeo de la compañía Alco el 79% de los encuestados considera que Tsipras les ha defraudado, el 77% no está satisfecho con el trabajo del Gobierno, el 66% considera que fue un error convocar unas elecciones anticipadas y mientras que el 70% considera que el programa de medidas que acompaña el nuevo rescate es lo peor que podría ocurrir.
Entretanto se han publicado datos económicos de los siete meses de gobierno del partido Syriza y el nacionalista de derecha. Se esperan los nuevos datos de desempleo, que del 25,7% en enero podrían, tras la aplicación del control de capitales, superar el 28% a partir del mes de octubre. El estado continua sin pagar a sus proveedores, en muchos casos desde diciembre y en otros desde febrero, siendo el total adeudado hasta el mes de Junio 4.595 millones de euros, mientras que los ingresos del presupuesto estatal de este año representan solo 26.874 millones de euros, 12,8% menos de lo presupuestado. La liquidez del estado este mes de enero, heredada del gobierno de conservadores y socialistas, era de tres mil millones de euros, mientras que en este momento no existe.
Y la situación de la Bolsa de Atenas refleja también la economía helena: el 23 de Enero, en vísperas de las elecciones generales, se registraba en el principal selectivo griego Athens Composite Index 845,53 puntos mientras que este viernes 28 de Agosto, tras superar el cierre de los bancos y la imposición de capitales, la Bolsa cerró con 633,81 puntos y con las acciones de los cuatro principales bancos intervenidos por los suelos.
La economía durante estos últimos ocho meses se ha hundido debido a la incertidumbre política reinante y la mala administración del gobierno.
Los periodistas económicos insisten en que la economía durante estos últimos ocho meses se ha hundido debido a la incertidumbre política reinante y la mala administración del gobierno, que junto con la aplicación del control de capitales ha ahogado a las empresas y llevado a un aumento de la recesión, algo que hará difícil conseguir el superávit primario esperado del 1% del PIB para este año.
Las pequeñas y medianas empresas luchan por evitar el cierre mientras que siguen aumentando sus deudas con Hacienda, mientras que muchas grandes empresas podrían abandonar el país para establecerse en países vecinos, cerrando la gran mayoría de sus operaciones en Grecia. Y ha sido el propio Tsipras que recientemente ha salido al paso a las criticas sobre la ineficacia de su gobierno, afirmando que «subestimó el poder del dinero y de los bancos».
Lo positivo, el turismo.
Lo único positivo es que el turismo, el auténtico motor de la economía este momento, ha conseguido superar los temores del control de capitales impuesto y se espera que se alcancen los 26 millones de llegadas del extranjero, un récord sin precedente para el país. Y el único consuelo, que el primer tramo de ayuda financiera del tercer rescate cubrió el pago al Banco Central Europeo de casi 3.200 millones de euros y también cubrirá los distintos pagos por vencimientos de bonos (1.400 millones) y varios pagos al FMI hasta finales de septiembre que juntos alcanzan 1.560 millones de euros.
FUENTE: ABC