A menos de tres semanas de haber sido confirmado en el cargo tras la destitución en juicio político de la mandataria Dilma Rousseff, Temer llegó a Nueva York, donde fue recibido por protestas de brasileños, mientras en su país el juez Moro definía, ante la expectativa de sectores políticos, si rechaza o acepta la denuncia de los fiscales contra el ex presidente Lula.
"Fuera Temer" y "Golpe de Estado en Brasil" fueron las pancartas que portaban unos 30 manifestantes que esperaron al gobernante frente al Hotel Plaza Athenee, donde estará hospedado en la visita de tres días a Nueva York.
Temer estudia no hablar del juicio político contra Rousseff y la crisis política y sí reivindicar reformas económicas, según el anticipo de parte del contenido de su discurso publicada este lunes por la prensa local.
El de Temer será el primer discurso, ya que tradicionalmente Brasil abre las sesiones de la Asamblea General de la ONU.
Será también su segunda exposición internacional como mandatario confirmado tras la caída de Rousseff, luego de su participación en el G-20 de China.
Según el Palacio del Planalto, hasta el momento Temer ha marcado un encuentro con el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, único socio del Mercosur que criticó y condenó el juicio político que destituyó a Rousseff.
Otras reuniones están marcadas con el presidente de Perú, Paulo Kuczynski, y de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.
El gobierno de Temer quiere tener participación relevante la reunión sobre el Acuerdo de París sobre el cambio climático, ratificado por su gestión.
En su primera reunión, este lunes en el ámbito del tema inmigración en la ONU, Temer causó polémica al afirmar que Brasil había dado refugio a más de 90.000 inmigrantes, una cifra que según la prensa brasileña y organismos de derechos humanos "está inflada".
Es que según el comité de refugiados, vinieron a Brasil 8.800 refugiados de Siria, Angola, Colombia, República Democrática del Congo y Palestina.
Temer contabilizó a 85.000 haitianos que llegaron tras el terremoto en Puerto Príncipe en 2010 pero no son refugiados ya que se trató de un desastre natural y según su ministro de Justicia "incluyó" a los ciudadanos caribeños.
"Incluir a los haitianos en esta historia muestra desconocimiento del tema de las autoridades", dijo Camila Asano, de la entidad de derechos humanos Conectas, en San Pablo.
La agenda de Temer en Nueva York incluye reunión con 20 CEOs de empresas de gran porte de Estados Unidos y un almuerzo con agentes del mercado financiero, incluidos representantes de las agencias de calificación de riesgo, que en 2015 le rebajaron la nota crediticia a Brasil, que transita por una recesión desde hace más de un año.
Pero en el plano interno toda las miradas apuntan hacia la ciudad de Curitiba, capital del estado sureño de Paraná, fronterizo con Misiones, porque en las próximas horas el juez Moro debe definir la situación del líder del Partido de los Trabajadores (PT), quien lo recusó, sin éxito, por considerar que lleva adelante una persecución política en su contra.
Moro, quien conduce la investigación sobre la red de corrupción en torno a Petrobras, debe decidir sobre la denuncia de la fiscalía por corrupción y lavado de dinero contra el ex presidente, su esposa Marisa Leticia y otras seis personas.
Es un cuestión de las próximas horas, informó a Télam una fuente del juzgado federal número 13 de Curitiba, que indicó que el magistrado, de todos modos, no tiene plazos para expedirse sobre el reclamo de los fiscales federales de la Operación Lava Jato.
Moro puede aceptar la denuncia y convertir a Lula en procesado o rechazar la acusación, que fue muy cuestionada en ámbitos jurídicos e incluso entre los ministros del Supremo Tribunal Federal (STF), según reportó este lunes el diario Folha de Sao Paulo.
El fiscal federal Deltan Dallagnol llamó a Lula "comandante máximo" de la red de corrupción el miércoles pasado, pero no lo denunció por asociación ilícita sino por supuesta corrupción y lavado de dinero en torno a un apartamento en el balneario de Guarujá.
"Moro es juez y parte. Si llega a rechazar la denuncia, esto no quita el clima de persecución del cual es víctima Lula", dijo ante una consulta de Télam el abogado del ex presidente (2003-2010), Cristiano Martins.
Martins adelantó que el martes organizaciones de derechos humanos y de juristas realizarán un evento sobre "El Caso Lula" para la comunidad internacional en Nueva York, algo que puede coincidir con la decisión de Moro.
Lula ya denunció a Moro por abuso de poder -por haber allanado su casa y llevarlo a declarar por la fuerza, cuando no era ni testigo, el 4 de marzo- ante la comisión de derechos humanos de la ONU.
Según el letrado, Moro "tiene posición tomada, es juez y parte" y citó que recibió premios de la cadena Globo y de la revista Veja, "conocidos antagonistas de Lula", además de haber participado de eventos respaldando a Joao Doria, empresario candidato a alcalde de San Pablo el 2 de octubre por el ahora oficialista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Otra acusación de los fiscales involucra a un acuerdo entre Lula y la empresa OAS, involucrada en sobornos en Petrobras, para guardar el archivo presidencial, seis containers que el ex mandatario estuvo obligado a llevarse y proteger una vez que dejó el cargo, en 2010, conforme a la ley brasileña sobre los ex jefes del Estado y los regalos que recibieron durante la gestión.
Los fiscales indican que esta transacción tiene vinculaciones con la red de corrupción en la petrolera y en la financiación de campañas políticas.
El fin de semana en Estados Unidos, donde participó de un seminario, Moro fue consultado por el portal de la revista Veja si podría pedir la detención de Lula pese a que los fiscales no lo habían solicitado. "Sin comentarios", respondió el magistrado.
Por otra parte, la ex presidenta Dilma Rousseff, tras haber sido destituida el 31 de agosto, participó de la propaganda electoral pidiendo votos para su candidatos en Porto Alegre y Río de Janeiro.
El miércoles estará en Río respaldando a la comunista Jandira Feghali, diputada que la defendió en el juicio político, en su primer acto público tras su destitución por parte del Senado.
FUENTE: Télam
RELEVO Y EDICIÓN: Camila Abbondanzieri