El presidente de Brasil, Michel Temer, destacó que el país "no paró" a pesar de las violentas protestas registradas el miércoles en la capital Brasilia y resaltó que el Congreso continuó trabajando "en favor de Brasil".
"Brasil no paró y no parará. Continuamos avanzando y aprobamos temas importantísimos en el Congreso Nacional. Las manifestaciones ocurrieron con exageración, pero diputados y senadores continuaron trabajando en favor de Brasil", declaró Temer en un vídeo divulgado en las redes sociales.
El mandatario brasileño citó que en la última semana el Congreso aprobó siete medidas provisionales y que "la reforma laboral avanzó en el Senado. Expresión, por lo tanto, del compromiso en superar la crisis" económica, agregó. Temer quiso "agradecer a los presidentes de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, y del Senado Federal, Eunício de Oliveira, y a los parlamentarios de la base aliada, por el empeño en estas votaciones".
Según el presidente, "el trabajo continúa y continuará", en medio de la grave crisis política que vive el país. "Todavía tenemos mucho para hacer y este es el camino que mi Gobierno pretende seguir: colocar Brasil en el camino correcto. Por lo tanto, vamos al trabajo", concluyó.
O maior compromisso com o País é o trabalho. O Brasil não parou. Votamos matérias importantes no Congresso: https://t.co/PiisARRZK8 pic.twitter.com/TjDW05QiLD
— Michel Temer (@MichelTemer) May 25, 2017
Unas 50.000 personas salieron ayer a las calles de Brasilia para pedir la renuncia de Temer, tras la divulgación la semana pasada de una grabación en la que supuestamente da el aval para la compra del silencio de un exdiputado federal preso. La manifestación terminó con violentos enfrentamientos con la policía y posteriormente Temer encomendó a las Fuerzas Armadas la seguridad y el orden en las calles de la capital.
Temer está contra las cuerdas después de que la Corte Suprema abriera una investigación en su contra a petición de la Fiscalía, que sospecha que el gobernante pudo haber participado de delitos de corrupción, obstrucción a la Justicia y organización criminal.
La Fiscalía se basa en las confesiones de los directivos de la cárnica JBS, quienes acusaron a Temer de recibir coimas desde 2010, aportaron una explosiva grabación con el jefe de Estado y revelaron que pagaron sobornos a más de 1.800 políticos de 28 partidos a cambio de favores para la compañía. El mandatario, a quien toda la oposición y varios partidos que forman la base de su Gobierno piden su renuncia, se niega por el momento a dejar el cargo, que ocupa desde el 12 de mayo de 2016, cuando la mandataria electa Dilma Rousseff fue apartada por el Congreso por supuestas irregularidades fiscales.
FUENTE: El País de Uruguay