La visita de Volodimir Zelenski a España se ha saldado, entre otras cosas, con el Acuerdo de cooperación en materia de seguridad entre España y Ucrania, firmado este mismo lunes en el palacio de la Moncloa junto a Pedro Sánchez. Este documento, definido como crucial por el español, ha sido presentado como un pacto cuyo principal objetivo es “ayudar a Ucrania lo más rápido posible para que garantice la seguridad y la defensa de su país”.
Las conversaciones para preparar el acuerdo se venían sucediendo desde marzo, cuando el presidente se reunió con varias de las principales empresas de la industria de Defensa y les pidió un mayor esfuerzo para seguir suministrando armas a Ucrania. En este sentido, el apartado militar ha sido uno de los aspectos más importantes del trato firmado entre ambos mandatarios, que también ha contemplado aspectos relacionados con lo humanitario, lo económico o lo judicial, de cara a impulsar la integración del país de Zelenski en la Unión Europea y en la OTAN.
Centrados en la guerra
De este modo, el Acuerdo de cooperación ha establecido que “España aportará 1.000 millones de euros en concepto de apoyo militar” en este primer año, una cifra que se sumará al dinero que ya se da al Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, así como al Fondo de Asistencia a Ucrania, donde se han comprometido 11.100 y 5.000 millones más, respectivamente. El documento también establece que dicho apoyo solo será utilizado “en cumplimiento de la Carta de las Naciones Unidas y en estricta conformidad con todas las obligaciones pertinentes del Derecho Internacional”.
Además, España también se a comprometido a ofrecer “asistencia militar y civil para que Ucrania pueda defender su soberanía, independencia e integridad territorial”, algo que se conseguirá tanto con asesoramiento como con formación de las fuerzas de seguridad y defensa, así como analizando la posible “creación de arsenales estratégicos”. El objetivo, dice el acuerdo, es que estas instalaciones sean “modernas, interoperativas y sostenibles”. Al mismo tiempo, señala el acuerdo, ambos países “cooperarán para impedir el desvío y la circulación ilícita del material de defensa suministrado”.
Un objetivo clave en este sentido será el refuerzo de la seguridad, en especial en clave marítima, pero también en el entorno digital en la lucha contra la desinformación y otras acciones realizadas por los servicios de inteligencia enemigos.
Lo que se ha buscado en este aspecto es la “cooperación de las industrias de defensa” para la “definición y puesta en práctica de oportunidades para crear asociaciones más estrechas”. Se intentará, para ello, eliminar las barreras que hasta ahora había para ello y “fomentar el impulso de la producción de la industria de defensa de Ucrania cuando sea necesario”, dejando la puerta abierta a, incluso, alguna “producción conjunta”. En definitiva, el acuerdo buscará un desarrollo militar de Ucrania analizando “alternativas para atender las necesidades de la industria de defensa ucraniana, entre ellas, las inversiones en nuevas capacidades, la adquisición de material crítico para la fabricación de municiones y la adquisición de parte de la producción de la industria de defensa ucraniana”.
Un acuerdo por la paz
Otra meta estipulada en el documento es lograr una paz justa y duradera. Se implementarán sanciones y controles de exportaciones para que Rusia pague un coste mayor por su agresión y debilitar su capacidad bélica. Los países trabajarán para que Rusia sufrague la reconstrucción a largo plazo de Ucrania y llevarán ante la justicia a los autores de crímenes de guerra y otros delitos internacionales. De hecho, en caso de “un futuro ataque armado de Rusia”, ambos países se consultarán en 24 horas para decidir las medidas a tomar.
España ha destinado más de 46 millones de euros desde febrero de 2022 para abordar las consecuencias humanitarias de la guerra y se compromete a mantener su ayuda el tiempo necesario, enfocándose en la protección de grupos vulnerables, lucha contra la violencia de género, salud, seguridad alimentaria, nutrición y educación. Incrementará el presupuesto humanitario para Ucrania hasta 2030 conforme al aumento general del presupuesto de cooperación, y continuará apoyando a los más de 200,000 ucranianos desplazados en España.
El acuerdo inicial tiene una validez de diez años, con intención de mantenerse hasta que Ucrania cumpla sus “aspiraciones euroatlánticas”. Si Ucrania se une a la OTAN antes de la expiración del acuerdo, se decidirá sobre su vigencia. Puede prorrogarse con una notificación seis meses antes de concluir el plazo de diez años, y podrá “modificarse y ampliarse” según las necesidades anuales, incluyendo la ayuda para armamento.
FUENTE: Infobae