Hasta bien entrada la noche de ayer cerca de un millón de personas recorrieron el centro de Bogotá y su emblemática Plaza de Bolívar, respaldando las negociaciones de paz que delegaciones del Gobierno de Juan Manuel Santos y de la guerrilla de las FARC llevan a cabo en la Habana. Las marchas han sido también en apoyo a las víctimas de un conflicto que durante más de 65 años ha sacudido a Colombia.
Precisamente ayer , cuando se disponía salir hacia Bogotá fue asesinado en Valencia (Córdoba) por sicarios paramilitares Ever Antonio Cordero, líder de los desplazados de la zona y miembro de la organización Tierra y Vida.
Un sector de los terratenientes y ganaderos, que tienen como líder al expresidente Álvaro Uribe, se oponen al proceso de paz, cuyo primer punto es la restitución de tierras y la realización de una reforma agraria integral en Colombia. Son los únicos, junto con algún sector del Polo Democrático, que se opusieron a la Marcha por la Paz, encabezada en Bogotá el propio Presidente Juan Manuel Santos y el alcalde y exguerrillero Gustavo Petro.
Para los analistas consultados por Público, el éxito de las manifestaciones significa un espaldarazo definitivo al proceso de paz iniciado hace tres meses en La Habana, sobre el que se cierne la oposición de un sector del Ejército, que ha manifestado su disconformidad respecto a previsibles amnistías a la insurgencia, mientras ya son más de dos mil los militares encausados por crímenes de guerra sucia, como los "falsos positivos", asesinato de campesinos para hacerlos pasar por guerrilleros. A ellos se suman los sectores de la ultraderecha que han manifestado su férrea oposición a que, tras los futuros acuerdos de paz, se abra un espacio para que los jefes guerrilleros puedan participar en política.
Frente a estos sectores han sido muy significativas las declaraciones en las últimas horas del fiscal general, Eduardo Montealegre: " Tenemos que entender que no estamos en un proceso de sometimiento, sino de negociación, y que hay que darles alternativas para participar en política. No todas las negociaciones deben terminar en cárcel".
En la última semana, helicóptero de la Cruz Roja, con comunicación previa al Gobierno y tregua de hostilidades en cada zona durante dos días, han sacado de las selvas colombianas y trasladado a La Habana a siete jefes guerrilleros, entre ellos al miembro del Secretariado y líder del sector más militarista, Pablo Catatumbo. De esta forma son ya 30 los jefes de las FARC que se encuentran en Cuba para negociar la paz con el Gobierno de Santos, cuya delegación integran, entre otros, dos generales en retiro y el representante de la patronal colombiana.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Imanol Barrangú
FUENTE: Público