Rosario es reconocida a nivel nacional por la variedad y la calidad de su oferta cultural. El teatro,y el independiente de manera particular, constituye una de las expresiones que tiene mayor presencia en salas, bares, escuelas y barrios de la ciudad. Sin embargo, no encuentra un apoyo sólido por parte de las políticas de gobierno y frecuentemente sucede que debe ser autogestionado para poder desarrollarse.
Uno de los debates que emergieron de las entrevistas se refería precisamente a la posibilidad de poder dedicarse de manera completa al teatro como medio de vida. Miguel Franchi, actor, director y productor, comentó al respecto que "Si uno pone el cuerpo, la cabeza y el tiempo como en cualquier otro oficio, se puede convertir en un trabajo". De manera similar, Jorge Ferrucci, también actor y docente, comentó que "Si alguien le dedica el tiempo al teatro en todo sentido, en la formación, investigación, formas de producción, creación de circuitos, se puede vivir". No desconocieron las dificultades que ello supone y los dilemas que enfrentan quienes se dedican a esta actividad cuando deben dividir su tiempo con otros trabajos. Por su parte, Daniel Carballido, director y profesor, comentó que si bien hasta el año pasado existía cierto apoyo desde la Municipalidad, lo que sucede en la práctica es que se debe recurrir a la autogestión. "Hacemos teatro como sea", opinó.
Reflexionaron, además, sobre el papel que juega Rosario como ciudad, como receptora y acompañante de las expresiones teatrales. Franchi comentó que si bien no se trata de una actividad masiva, es necesario que todos los grupos, jóvenes, trabajadores, periodistas, se involucren en la tarea de expandir y promocionar el teatro en los barrios, salas, bares, y escuelas. Expresó que "a lo largo del tiempo sería injusto decir que algunos compañeros que han llegado a trabajar en las distintas administraciones culturales no han hecho lo posible por que esto ocurra". Carballido manifestó que es llamativo que a pesar de la gran oferta que existe, el rosarino medio no concurre masivamente al teatro. Los grupos suelen ser muy reducidos pero este dato no los desalienta. Las posibilidades culturales son cada vez mayores y la propuesta consiste en seguir apostando e intentar dedicarse de manera completa al teatro.